Alfombra muy española

La gala del cine español reivindicó también la moda patria. Lorenzo Caprile se convirtió en el diseñador más elegido de la noche (por Belén Rueda, Aitana Sánchez-Gijón, Marta Etura y Carolina Bang, entre otras), aunque también destacaron DelPozo (Leticia Dolera), Adolfo Domínguez (Lucía Jiménez) y Hugo Boss (para el esmoquin de muchos de los caballeros). En una alfombra roja que tuvo que realizarse en el interior del Hotel Auditorium de Madrid debido a la lluvia, destacaron el color negro, los brillos y el estilo años 40. Las actrices destilaron glamour, sencillez y pocas estridencias en general. Las joyas fueron pocas, las reivindicaciones muchas, sobre todo por la ausencia del ministro Wert y por el respaldo a las varias protestas que se organizaron a las puertas. Una velada española, con mucho estilo español.

Michelle Jenner, con un vestido de plumas y pedrería de Naeem Khan, y Hugo Silva, de tradicional esmoquin, fueron las primeras caras conocidas en pasar anoche por la alfombra roja de los Goya, previa a la gala de su 28 edición. Poco después llegaron Inma Cuesta, con un traje azul noche de lentejuelas firmado por Iván Campaña, en la noche en la que estaba nominada como mejor actriz por 3 bodas de más.

Belén Rueda volvió a hacer gala de elegancia optando por un Caprile negro. Mismo diseñador que el elegido por Nathalie Poza, con un vestido blanco con escote halter, con cortes asimétricos y anudado en la cintura.

Mismo color elegido por Nadia de Santiago y Macarena García, mientras que Carolina Bang posó con un llamativo y escotado vestido verde esmeralda -sin su pareja, Álex de la Iglesia, de rodaje en Argentina-.

Los actores fueron recibidos a su entrada en el Hotel Auditorium por la vicepresidenta de la Academia de Cine, Judith Colell, vestida de Custo. Joaquín Reyes, Carlos Areces, Julián López, Adrián Lastra, Fernando Tejero o Macarena Gómez, acompañada por su extravagante marido, Aldo Comas y con estola de piel, gafas de sol y zapatos negros con flecos blancos, fueron pasando poco a poco ante el photocall instalado en el interior del Hotel Auditorium.

Pero en la alfombra roja de los Goya las firmas nacionales se mezclaron con nombres de diseñadores internacionales como Dolce&Gabbana, Dior, Elie Saab, Gucci o Stella McCartney. Espectacular Kira Miró con un vestido lleno de transparencias de Roberto Cavalli, así como las veteranas Ana Belén, siempre elegante de negro, y Aitana Sánchez-Gijón, quien levantó exclamaciones de sorpresa de los fotógrafos al posar con un bellísimo diseño rojo de Lorenzo Caprile.

Blanca Suárez tampoco defraudó con un vestido de falda hecha a base de transparencias firmado por Elie Saab, muy al estilo de los años 40, como el de Michelle Jenner o el de Clara Lago, que por cierto se parecía bastante al de Jenner.

Los hombres también reivindicaron un lugar más destacado en la alfombra roja al dejar un poco de lado el tradicional esmoquin y optar por traje y corbata, estolas de piel e incluso falda escocesa. Javier Bardem, Antonio de la Torre y Jose Coronado (impecable de Armand Basi) fueron los mejor vestidos.