Álex Ubago: "No me considero para nada un tipo triste"

Sigue residiendo, como siempre, en San Sebastián. Mantiene, también como siempre, el mismo círculo de amigos y, en cuanto a su carácter, su sensibilidad no se ha visto alterada ni un ápice tras el contacto con la fama. Alex Ubago es ese novio ideal que todas las madres quieren para sus hijas, el compañero fiel que nunca falla y, profesionalmente, un intérprete capaz de crear melodías tan bellas como las de su nuevo disco, que saldrá a la venta dentro justo de una semana. Un acontecimiento que el artista, a quien no le gusta demasiado pronunciarse sobre su vida privada, contempla con la misma emoción que la vez primera.

-¿Sigue intranquilizándose cuando se va aproximando la fecha del estreno de un trabajo?

-Por supuesto. Más todavía que antes. El día que deje de ponerme nervioso o no vibre al subirme a un escenario, dejaré la música.

-Pues no es ésa la sensación que da… Es más, se le ve tan tranquilo ante cualquier circunstancia que nadie diría que va la cosa con usted…

-(Risas). ¡Sí que va conmigo, hombre! (risas). Desde luego no puedo negar que soy tranquilo. Relativizo todo bastante. Si va estupendo procuro no creérmelo demasiado y cuando no marcha tan bien, o me hacen una mala crítica, trato igual de que no me afecte. Intento mantener el equilibrio.

- …Y que su parcela personal quede resguardada, ¿no? ¿Tal vez es la mejor manera de conocer a Álex Ubago es a través de su obra?

-Con mis canciones vas a saber mucho de mí, de mis sentimientos, de mi forma de ver la realidad pero el público se hace una idea completa de ti por un videoclip o una letra y luego hay más detrás. Lo que sí es cierto es que, lo que a veces no te atreves a decir en la vida real, puedes expresarlo en un tema.

-¿Ha querido más que le han querido o le ha sucedido al contrario?

-Por igual. Como cualquiera he tenido penas y malas experiencias y otras maravillosas, aunque yo me quedo con lo positivo de las relaciones. En mis composiciones hay mucha melancolía pero con un trasfondo optimista. Prefiero que no haya un ganador y un perdedor.

-La melancolía no es igual que la tristeza, ¿verdad?

-Exacto. No me considero para nada un tipo triste. Tal vez se haya extendido esa imagen y no es correcta. Soy bastante "cachondo" y suelo estar de coña, si bien es mi lado más romántico el que sale a flote cuando canto.

-¿La fama es un castigo o un regalo?

-Ninguna de las dos observaciones. Es una consecuencia de esta actividad, tener la oportunidad de compartir lo que haces con todo el mundo. Después, en la práctica, es como todo.

-De cualquier manera, tampoco se trata de algo que parezca suponerle un problema. ¿Cómo se ha vacunado contra la popularidad?

-Siempre he pensado que se me podría haber ido la "olla" más de lo que se me fue cuando aterricé en esto y creo que, al final, he sabido mantener los pies en la tierra. Permanece cerca de los míos ha sido parte del secreto.

-¿Y no le preocupa que, a la hora de plantearse algo con una chica, ellas vean más el personaje al ser humano?

- Sí. Me da miedo eso pero confío en la bondad del personal y en un sexto sentido que te avisa de quien se te acerca por interés o para conocerte de veras. En mi caso, no existe diferencia entre la persona y el artista.