Adolfo Domínguez, el diseñador que no pasa de moda

Una de las industrias más potentes a nivel internacional es la de la moda. Hacerse un nombre dentro del sector es una tarea complicada. Calar entre las grandes marcas y que tus diseños sean reconocidos no es fácil. En nuestro país son pocos los diseñadores afortunados que logran vivir de su sueño, convirtiendo su nombre en una firma de renombre y traspasando fronteras. Entre ellos está Adolfo Domínguez. El diseñador acaba de recibir el Premio Nacional de Moda que otorga el Ministerio de Cultura y Deporte. Un galardón que más allá de la dotación económica reconoce al gallego “por su significación en la historia contemporánea de la moda en España”.

Un premio que pone en valor una trayectoria que comenzó en el año 1975, cuando Adolfo Domínguez comenzó a crear prendas masculinas. Viajó a París, se formó en la industria y puso mucho empeño en sacar su firma adelante. Y desde muy pronto consiguió éxitos. En 1983, en el seno de la sastrería familiar, empezó a crear lo que hoy en día es una de las firmas más reconocidas de nuestro país. Desde entonces no ha parado. Su firma fue la primera de la moda española en cotizar en Bolsa. Ha vestido a protagonistas de exitosas series a nivel internacional como Miami Vice. Cuenta con casi cuatrocientas tiendas repartidas por más de veinte países. Y son muchos los rostros conocidos que confían en él para vestir en las ocasiones más importantes y para el día a día. Y no solo diseña ropa. Complementos, zapatos o perfumes también están entre sus creaciones.

Tan influyente es el diseñador que convirtió una de sus frases en una de las más sonadas y utilizadas: “La arruga es bella”. Porque si algo caracteriza a este gallego es que viste a mujeres y hombres que van más allá de los cánones de la perfección. Mujeres y hombres de todas las edades, de diferentes gustos, de diversas tallas. En definitiva, apuesta por las personas reales, por los diseños cómodos y ponibles. Siempre sin perder el estilo y la elegancia que le caracterizan. Lo demostró en su último desfile. Tras ocho años sin subir sus diseños a las pasarelas, hace unos días Adolfo Domínguez celebró un pase de lo más especial. Tuvo lugar en Ourense, su ciudad. La calle se convirtió en la pasarela. Y quienes desfilaron no eran modelos profesionales. La normalidad ante todo. Si por algo se caracteriza esta nueva colección es porque Adolfo Domínguez ha creado prendas unisex, que sirven tanto para hombres como para mujeres. De esta forma aporta comodidad, originalidad y elegancia. Después de tantos años el diseñador sigue con la ilusión del primer día. Tras recibir este premio tan importante en su carrera ha comentado que tiene muy claro que no se quiere jubilar. Que ese es un concepto muy antiguo y que a él todavía le queda mucho por hacer. Además, tiene a sus tres hijas a su lado.