Los hijos de Olmi

Gran Premio del Jurado en Venecia, el segundo largo de ficción de la argentina afincada en Italia Maura Delpero juega en la división que más nos interesa y seduce del último cine italiano, esa por la que transitan Rohrwacher o Marcello y que es la misma que un día transitaron maestros como Olmi, Pasolini o los Taviani. Una división siempre abierta a la fidelidad y al contacto con lo real que pasa por la recreación de universos propios, un sentido ético, político y moral de la Historia, el tratamiento natural de la imagen y los ambientes o la incorporación de intérpretes, cuerpos y rostros no profesionales capaces de aportar un plus de verdad y autenticidad a los relatos.  

Lo hace viajando a los estertores de la Segunda Guerra Mundial, a un lugar muy concreto y delimitado en las montañas y valles del Trentino Alto Adige, en la frontera con Austria y Suiza, microcosmos casi único y con dialecto propio donde se despliega un relato de ciclo estacional y narrado a prudencial distancia estética (siempre hermosa pero huyendo del embellecimiento) sobre una familia que ve cómo la llegada de un soldado siciliano huido en plena contienda va a alterar sus dinámicas internas de orden, jerarquía, género, disciplina y futuro dictadas por el padre maestro al que Tommasso Ragno (tal vez lo recordarán de Lazzaro feliz) presta una dimensión moral que, desde la mirada de sus hijos, nos recuerda a aquellos padres misteriosos de El espíritu de la colmena o El Sur. 

Delpero propone una narración concisa, epistolar y elíptica, un sonido crudo y crepitante, una palabra musical y poética, unas interesantes transiciones (al son de Chopin o Vivaldi) y un ritmo sostenido para ir decantando su historia desde el misterio, la alternancia y el esbozo a la revelación; desde lo fragmentario, sugerido y escondido a esa superficie abierta del drama o la tragedia de cada personaje. Todo muy bien controlado y modulado hasta un tramo final algo precipitado que abandona el lugar inopinadamente para traicionarse en cierta forma en su propia contención y aislamiento.