Decir adiós con clase

THIS LIFE OF MINE | FESTIVAL DE CINE DE SEVILLA

A través de Agnès Jaoui, la cineasta Sophie Fillières se despide de la vida en 'This life of mine'.
A través de Agnès Jaoui, la cineasta Sophie Fillières se despide de la vida en 'This life of mine'.
Santiago Gallego

15 de noviembre 2024 - 07:05

La ficha

***** 'This life of mine'. Sección Oficial. Comedia, Francia, 2024, 99 min. Dirección y guion: Sophie Fillières. Intérpretes: Agnès Jaoui, Philippe Katerine, Valérie Donzelli, Pascale Bodet.

El segundo largometraje de Sophie Fillières, Aïe (2000), podía entenderse en muchos sentidos como su verdadero debut cinematográfico. En aquella cinta, su hermana Hélène daba vida a una joven bulímica que se enamoraba de un hombre maduro y casado a punto de estrenarse en la paternidad. En una secuencia inolvidable, ella lo invitaba a casa de sus padres para presentárselos, pero cuando esa noche se acostaban en su antigua habitación de adolescente con sus dos pequeñas camitas, le confesaba, ante la estupefacción de un gran André Dussollier, que en realidad provenía de otra galaxia. Aïe, que pintaba la comedia romántica con un nuevo pincel y diferentes colores, era como un hermoso bebé extraterrestre que llegaba a nuestro planeta lleno de curiosidad y chillidos de júbilo dispuesto a disolver cualquier juicio moral en cuanto al amor, la pareja o el compromiso.

La despedida de Fillières del cine y de la vida con This life of mine (rodó la película muy enferma y falleció antes de verla montada, trabajo acometido por sus hijos Adam y Agathe Bonitzer) cierra un círculo perfecto de una autora única dentro del cine francés contemporáneo y que nunca ha visto una película suya estrenada en las salas comerciales de nuestro país. De este emocionante adiós, con una maravillosa Agnès Jaoui como mediadora, que jamás habla de su enfermedad explícitamente sino del tabú que siempre intuimos (sus problemas psicológicos), podrían haber aprendido mucho tantos venerables cineastas (hombres) que en su saludable ancianidad, y cuando quemaron y siguen quemando dinero a espuertas, se quejan amargamente en pantalla de que el mundo y su país se van a la mierda mientras se despiden pomposamente, entre sermón y perorata, una y otra vez sin terminar de irse nunca. A todos ellos Fillières les da una soberana lección de cómo despedirse con clase y sonriendo del cine, de sus espectadores, de sus hijos, de sus amigos y de la belleza física del planeta. Incluso, y estando ya en racha de inspiración, ni siquiera nos molesta que use a Philippe Katerine de amable y musical Caronte. 

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