"Sevilla fue el primer sueño americano de la historia"

Alberto Rodríguez y Rafael Cobos | Cineastas

Los autores de 'La Peste' reflexionan sobre el poder en la segunda temporada de la serie, que tendrá su estreno mundial el 11 de noviembre dentro del Festival de Cine de Sevilla

Rafael Cobos y Alberto Rodríguez ante el cartel del Festival de Sevilla.
Rafael Cobos y Alberto Rodríguez ante el cartel del Festival de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez
Salvador Gutiérrez Solís

18 de octubre 2019 - 20:44

Sevilla/El próximo 11 de noviembre, en el Teatro Lope de Vega, en el marco del Festival de Cine de Sevilla, tendrá lugar el esperado estreno de la segunda temporada de La Peste, la serie creada por los cineastas sevillanos Alberto Rodríguez y Rafael Cobos. Como en la primera entrega, la Sevilla del Siglo XVI, el poder y los recovecos más oscuros de aquella sociedad bipolar protagonizan esta historia.

-¿Qué vamos a encontrar en la segunda temporada de La Peste?

-Rafael Cobos: La palabra aventura está como muy denostada, pero la aventura, la peripecia, en un sentido casi aristotélico, de cambio de fortuna de los personajes, está muy presente.

-Alberto Rodríguez: Hemos puesto las imágenes al servicio del torrente narrativo que hay en esta segunda temporada, y hemos hecho lo posible para que nada lo obstaculice y fluya de la manera más natural. Es una temporada que reflexiona sobre el poder, o los distintos poderes, el oficial y el subterráneo, y como se equilibran, entre los que mandan y los que sirven.

-Ya en la primera temporada llevan la serie a su terreno, hacia el thriller, y se valen de ello para contar también como es la Sevilla más allá de los palacios y de la nobleza, la Sevilla a pie de calle.

-A.R.: Esa Sevilla era una ciudad de unos contrastes brutales. Toda la riqueza de un imperio, prácticamente, entrando por un puerto, conviviendo con la miseria de la gente que había venido a cumplir con su sueño americano, porque Sevilla fue el primer sueño americano de la historia. Existía tal distancia social, que esto solo lo podríamos trasladar al mundo actual si contáramos con una pasarela que nos trasladara a un planeta en el que tu vida pudiera ser otra completamente diferente. Sevilla, en ese sentido, era el Nueva York actual, y también era una nueva Roma.

-R.C.: El cine negro, el thriller, sirve para hablar de otras muchas cosas. Y en La Peste también encontramos un diálogo con lo que estamos viviendo actualmente, con respecto a la corrupción o sobre un tema tan candente como el de los refugiados. En esa Sevilla, había quien estaba condenado a mandar y quien estaba condenado a servir a los que mandaban, y eso engancha con el momento actual.

Los directores de 'La Peste' con la actriz Patricia López Arnáiz.
Los directores de 'La Peste' con la actriz Patricia López Arnáiz. / Juan Carlos Vázquez

-En la primera temporada, la peste es la enfermedad, pero también es una potente metáfora de la ambición desmedida, el poder sin control, la corrupción, la desigualdad o la ignorancia. ¿Siguen jugando con esa simbología?

-A.R.: En cierto modo, sí, seguimos jugando con esa metáfora. Mostrando una sociedad desigual, muy distante entre los que tienen el poder y los que tienen que servirlos.

-R.C.: En la primera temporada se habla mucho del conocimiento, tanto con respecto a la enfermedad y, también, como contrapunto a la ignorancia. En esta segunda, ponemos el foco sobre las otras formas concretas en las que se organiza el poder, alternativas a las oficiales. Hablamos de la mafia, de cuando lo que conocemos como "lo oficial" no puede llegar a determinados lugares. Es decir, en esta nueva temporada sustituimos la enfermedad por la corrupción.

-Una vez más, la ciudad de Sevilla es protagonista indiscutible de la serie. ¿En un futuro, podríamos ver a Mateo y Valerio en otros lugares?

-A.R.: De hecho, esta segunda temporada arranca con Mateo fuera de Sevilla, en el Nuevo Mundo. Pero tengamos claro que el concepto Nuevo Mundo era muy amplio, era todo un continente, no hay que pensar solo en selvas tropicales y Caribe.

-R.C.: Tal vez se trate de una de las partes más espectaculares de la serie. Mateo hace una transición, tanto personal como geográfica, por el Nuevo Mundo, pero lejos de las imágenes preconcebidas.

"En esta nueva temporada de la serie sustituimos la enfermedad por la corrupción"

-Alberto, usted tuvo una experiencia televisiva previa, en 2010, como director de algunos episodios de la serie Hispania. ¿Esta experiencia actual es muy diferente a la de entonces?

-A.R.: No tiene nada que ver. En primer lugar, porque ha cambiado mucho el mundo de la televisión, y en segundo porque estamos hablando de una serie (Hispania) que pretendía abarcar demasiado con un presupuesto muy ajustado. Por eso, cuando nos llamaron para rodar La Peste, mi primera respuesta fue negativa, no quería volver a hacer televisión y, además, estaba muy cómodo haciendo cine. Sin embargo, es justo reconocer que la apuesta de Movistar es completamente diferente, ya que busca un equilibrio, así como ofrecer un producto de calidad. Hablamos, sencillamente, de dinero. Lo bueno, bonito y barato en el cine no existe. Lo de bajo y alto presupuesto no es real, lo real es presupuesto adecuado o no adecuado. Un bajo presupuesto puede ser estupendo para hacer una película de zombies, en un fin de semana en una casa, claro, maravilloso, pero no sirve para hacer una serie como La Peste. De acuerdo que es muy elevado para lo que es una serie española, en torno a los 10 millones de euros, pero creo sinceramente que era el dinero que necesitábamos para hacerla con las mínimas garantías. En el cine está todo está inventando, basta con ver el presupuesto de las películas americanas. Con el presupuesto de la nueva película de Scorsese podríamos rodar 10 temporadas de La Peste.

El equipo de la serie con las autoridades y el director del SEFF, José Luis Cienfuegos.
El equipo de la serie con las autoridades y el director del SEFF, José Luis Cienfuegos. / Juan Carlos Vázquez

-Urbizu, Paco León, Cesc Gay o ustedes mismos, Cuarón o el mencionado Scorsese, en un plano internacional. ¿Hablamos de un cambio inevitable con respecto a lo audiovisual?

-A.R.: El cambio de paradigma es inevitable, lo que no sé cuál es el final de la historia. No tengo muy claro a dónde nos lleva este callejón. Lo que sí es cierto es que está muy bien que se invierta en el audiovisual, en cualquiera de sus formatos, porque eso crea escuela. Por ejemplo, los profesionales que han rodado con nosotros La Peste están preparadísimos para enfrentarse a muchos otros retos.

Cuando se les pregunta sobre una nueva película, Alberto Rodríguez y Rafael Cobos sonríen y no ofrecen muchas pistas. "Sólo podemos decir que será una sorpresa y que nuestra intención es comenzar a rodar el año que viene", avanzan. Mientras tanto, los seguidores de esta pareja estable de la cinematografía española pueden apaciguar su espera con la segunda temporada de La Peste, cuyo estreno mundial tendrá lugar en el Festival de Cine de Sevilla.

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