El remiendo vence a la confección

La crisis provoca que las sevillanas opten por adaptar trajes antiguos a las últimas tendencias antes que comprar uno de nueva confección cuyo coste puede ser de 600 euros.

Una sevillana se prueba su traje de flamenca en la tienda de Aurora Gaviño.
Una sevillana se prueba su traje de flamenca en la tienda de Aurora Gaviño.
Diego J. Geniz

24 de abril 2012 - 01:00

El remiendo antes que la confección. Los trajes antiguos se adaptan a la moda. La penuria económica aprieta el ingenio y donde antes había una manga con vuelo ahora se coloca una a la sisa. Soluciones para presumir en la Feria sin que el bolsillo se entere demasiado. Son las líneas generales que los talleres de trajes de flamenca destacan en un año donde las ventas apuntan nuevamente hacia abajo, aunque las compras de última hora evitarán que la caída sea más brusca.

La moda flamenca no es ajena a la crisis. Adiós a los trajes de diseño. Gastar más de 600 en un nuevo modelo es algo que sólo queda al alcance de las economías más desahogadas. Caprichos de época de bonanza. Pilar Vera, presidenta de la asociación de empresarios de Artesanía y Moda Flamenca, confirma la tendencia: "Las ventas han disminuido bastante. Sólo a última hora se han animado algo".

Los datos más optimistas los aportan las tiendas donde se adquieren trajes de diseño. Es el caso de Aurora Gaviño, una referencia en el sector. En esta tienda las ventas se mantienen igual que otros años, aunque dicho equilibrio ha venido precedido de técnicas comerciales para atraer a las clientas. "He tenido que mostrar todo el surtido. Desde los modelos exclusivos hasta los de precios más moderados. La gente no ha querido comprar hasta última hora y tras ver todas las ofertas posibles", explica Gaviño. Prueba de este esfuezo es el hecho de que durante las mañanas de Feria su negocio, en la Plaza del Salvador, permanecerá abierto para arreglos o últimas adquisiciones. Los trajes de su tienda en los que las ventas más han caído han sido los de diseño. En cambio, se han mantenido las cifras en aquellos modelos cuyo coste oscila entre los 500 y 600 euros. "Lo que realmente ha funcionado han sido los trajes de outlet, que se han vendido casi todos", señala esta diseñadora.

Dichos modelos pertenecen a otras temporadas y ahora es cuando se les ha dado salida tras años en el almacén. La ventaja para los clientes es su precio. Si antes costaban 2.000 ó 1.200 euros ahora se pueden adquirir por la mitad, lo que siendo un coste relativamente alto en las actuales circunstancias es más asequible para los bolsillos, sobre todo si se tiene en cuenta su firma. "Gracias a Dios la mujer de Sevilla es muy presumida y eso hace posible que este sector pueda continuar pese a la crisis", refiere Gaviño.

Al margen de las tiendas de trajes de diseño, que en la actualidad han quedado limitadas prácticamente a las familias con mayor poder adquisitivo, se encuentran los talleres o los establecimientos con precios más "populares" y en los que también se adquieren modelos que siguen los parámetros de la moda. Entre ellos se encuentra la firma Trajes Maricruz (con 10 tiendas en la ciudad hispalense), cuyo gerente, Miguel Márquez, comenta que "la gente no está dispuesta a gastar más de 400 euros en un traje de flamenca". Este empresario cifra en un 15% la bajada de las ventas este año. Pero si hay algo que destaque en esta edición son los "arreglos" de trajes de años anteriores. "Madres e hijas que llegan al taller para quitar volantes y subir el taller en lugar de comprar uno nuevo", subraya Márquez, quien augura una Feria de trajes remendados.

Esta tendencia la confirma Eva Pineda, propietaria del Tallercito 69, en Pino Montano, que tras años confeccionando nuevos trajes estos últimos meses los ha pasado "adaptando" antiguos modelos a las tendencias actuales. "Este año hemos hecho la mitad de trajes nuevos que en otras ocasiones. Ahora nos llegan muchas mujeres pidiéndonos que quitemos una manga con mucho vuelo por otra a la sisa, o que rematemos los volantes con un vivo en lugar del encaje que lucían cuando se lo compraron, arreglos por 12 ó 20 euros que nada tienen que ver con el precio de uno nuevo", asegura Pineda. Serán pocos, por tanto, los volantes que puedan estrenarse sobre el albero, donde habrá trajes reiventados.

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