Reenganche a la normalidad

La mañana de los enganches la Feria no está en Los Remedios. Está en El Arenal. Y, después de dos años sin poderse celebrar, aún más. Los cascos de los caballos por el Paseo de las Delicias anunciaban el evento mientras la Legión Española formaba a los pies de la Torre del Oro. El entorno de la plaza era un hervidero de público, ávido de captar los muchos detalles que deja la Exhibición de Enganches, que cumplía su 36ª edición. La calle Antonia Díaz, sobre todo en su esquina con Iris, era una bulla alrededor de los coches de caballos. Sus guarniciones brillaban al sol y sus pasajeros sonreían a las cámaras. La calle Adriano volvía a ser un animado museo del carruaje. Los lacayos daban los últimos retoques antes de iniciar el camino hacia la plaza de toros, que el domingo de Feria es de caballos por partida doble: al mediodía enganches y por la tarde rejones.

La Real Maestranza de Caballería se llenaba poco a poco mientras se anunciaba la entrada de la madrina de honor, las banderas y la entidad invitada y protagonista del arranque del espectáculo: la Legión. Unos 60 legionarios entraron con fuerza por la Puerta del Príncipe hacia el albero, despertando la ovación de los espectadores. Las dos Escuadras de Gastadores del IV Tercio y X Bandera de la Legión y la actuación de la Banda de Guerra del IV Tercio y Grupo de Caballería acapararon todas las miradas en el comienzo del caluroso mediodía. Los abanicos se movían con garbo mientras hacía su entrada la madrina de honor del evento, Cayetana Rivera Martínez de Irujo. La hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo dio varias vueltas al ruedo saludando a todos los asistentes montada en carretela a la sopanda, anterior a 1945, en la modalidad de cuarta a la calesera con caballos de Pura Raza Española (PRE), propiedad de Jesús Contreras, presidente del RCEA. La madrina lució un vestido diseñado por Enrique Rodríguez Hidalgo, diseñador y estilista, de corte clásico en crepe de seda en tono verde esperanza y mangas con volumen, con mantillas, peina y mantón de su abuela Cayetana y unos pendientes de coral de su abuela Carmen.

Tras los prolegómenos, incluidos los himnos de Andalucía y España, arrancó la Exhibición. 80 carruajes participaron en esta edición, procedentes de distintos puntos de Andalucía, España y Europa. Una muestra selecta de los 1.400 enganches matriculados, que hace a Sevilla única en el mundo en su paseo de Caballos. Fueron desfilando en ocho tandas por el redondel luciendo sus espléndidas guarniciones y su excelente forma de guiar. Ponis, caballos y mulas en todas las modalidades (limoneras, troncos, tándem, tresillos, potencias, cuartas, medias potencias y cinco a la larga) se presentaron en el coso del barrio de El Arenal. De los 80 participantes, unos 36 fueron enganchados con guarnición calesera y el resto a la inglesa o continental. Y, en cuanto a los cocheros, 59 eran amateur y 37 profesionales. El colofón a la muestra ecuestre pasó del albero al asfalto, paseando los carruajes por las calles de la ciudad en busca del Real de la Feria de Abril, que ya se celebra en mayo.