Dos mulos muertos y una niña herida tras incendiarse unas cuadras anexas a la Feria de Sevilla

Dos mulos han muerto en el incendio que se produjo la pasada noche en unas cuadras habilitadas junto a la parada del Metro de la Avenida Blas Infante, anexas a la Feria de Abril. Un suceso en el que también resultaron heridas dos personas, entre ellas una niña, al ser golpeada por un caballo que huía de las llamas.

El delegado de Gobernación, Fiestas Mayores y Área Metropolitana, Juan Carlos Cabrera, ha informado este jueves en la reunión del Cecop de la Feria de Abril sobre los detalles de dicho incendio, en la que ha destacado que, pese a la rápida actuación del personal de las cuadras, el Servicio de Bomberos, Protección Civil, Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil y de la colaboración ciudadana, nada se pudo hacer por salvar la vida de los dos animales. El fuego se dio por controlado a la una de la madrugada.

Según han informado fuentes de Emergencias 112 Andalucía, a las 23:52 horas se recibió una treintena de llamadas de particulares en las que informaban del incendio de unas carpas y boxes en el recinto ferial de Sevilla, detrás de la parada del Metro de Blas Infante. En el lugar se guardaban gran cantidad de animales del real de la Feria, que se procedió a desalojar de forma inmediata.

Posible origen fortuito

Los primeros indicios apuntan a que el origen del incendio pudiera haber sido fortuito, haciéndose cargo de las investigaciones la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía. El fuego afectó a sólo ocho de los más de 200 boxes gracias a la rápida actuación, primero del personal de las cuadras, utilizando extintores, cortando lona, para que no prendieran, y sacando a los animales. Ya con la llegada de Protección Civil y de los Bomberos, se actuó para que no se propagara. Por su parte, las imágenes en tiempo real de la unidad de drones de la Policía Local y protección Civil "fueron una herramienta de apoyo a la toma de decisiones por parte del operativo", indican fuentes municipales, que apuntan que no hay más animales afectados, después de que se abrieran los habitáculos más cercanos para que salieran al exterior. "Al tratarse de una zona acotada, los animales no invadieron la calzada", recalcan.

Por su parte, los servicios sanitarios atendieron a una menor que sufría algunas contusiones al haber sido arrollada por uno de los animales que huyeron del lugar, y tras ser atendida en primera instancia por Cruz Roja fue trasladada a un centro sanitario para su valoración. Otra persona, de la que no han transcendido más datos, también fue atendida por quemaduras.

El Ayuntamiento concreta que la zona afectada por el incendio se trata de un espacio que se habilita exclusivamente para la estancia de animales y a la que tan sólo tiene acceso personal autorizado y que cuenta tanto con vigilancia como con extintores. El incendio afectó sólo a una parte concreta de la misma. "La prioridad en estos momentos es que concluyan las investigaciones. La totalidad de nuestros servicios están a disposición de la investigación y todos los que componemos el Cecop estamos muy afectados por este trágico suceso. Quiero aquí destacar la profesionalidad de todos los servicios que han participado en este suceso y que se solventara con rapidez", ha trasladado Cabrera, que ha informado sobre un refuerzo de la vigilancia en estas cuadras, que permanecen operativas, salvo los ocho boxes afectados por el incendio.

Por otro lado, también durante la jornada del miércoles se dio cuenta de la muerte de otra yegua, en ese caso, en el Paseo de Colón, a primera hora de la tarde, mientras tiraba de un carruaje. La Policía Local abrió diligencias contra la dueña del coche de caballos por posible delito de maltrato animal ya que, según se informó, la yegua estaba previamente enferma, y todo se agravó por deshidratación, según la necropsia realizada por los veterinarios, en cuyo informe determinaron que el animal sufría piroplasmosis equina y presentaba síntomas de haber padecido fiebre. Según los testimonios recabados por los agentes, esta circunstancia era conocida por la propiedad de la yegua, y aun así decidió sacar al animal de las cuadras para que formara pareja en el tiro de un carruaje.

Por su parte, la valoración de los veterinarios aportada a los agentes de Policía Local, confirma que el caballo presentaba síntomas evidentes de deshidratación que habrían agravado la enfermedad que padecía y por la cual no debería haber salido a prestar el servicio.