Jueves de Feria de Sevilla: Y de repente... la calma
Tras el lleno absoluto de la primera mitad, el real vive sus horas más tranquilas en espera de un nuevo fin de semana con desembarco de turistas
Las mejores imágenes del jueves de Feria en Sevilla
COMO la gaseosa. Pasear este jueves por la Feria fue toda una delicia. Después del bullicioso comienzo, con cifras de absoluto récord y cartel de no hay billetes, el real se ha desinflado en la que es la primera jornada de la recta final de una celebración que se hace larga, muy larga. Lo dirán los números de las jornadas que restan –viernes y sábado– pero a la Feria de Sevilla le sobran dos días. Esa es la sensación y la comidilla en cualquier reunión a la que se asista. Los feriantes viven el comienzo como si no hubiera un mañana y, claro, si antes sobraba el fin de semana, ahora desde el jueves muchos echan el cierre. Lo agradecen los bolsillos y el cuerpo.
La calma es la reina en el real de Los Remedios desde este jueves de farolillos en el que la celebración va dando sus últimas boqueadas. Han pasado ya cuatro días y cinco noches en los que la fiesta y la jarana han sido explotadas hasta sus máximas consecuencias. “Parece que esta es la primera Feria después de la pandemia en la que todo el mundo salió desbocado”, advertía un periodista en la caseta municipal. No, ha sido todavía más exagerado. El martes se batieron los récords de asistencia en un sólo día desde que hay registros y el miércoles, festivo local, ya se habían consumido (distribuido, explicaba el balance del Ayuntamiento), el mismo número de bebidas y alimentos que en toda la Feria del año pasado, que no fue mala precisamente. Todo ello sin tener que lamentar graves incidentes. Todo un éxito, hay que reconocerlo. Las dudas que sobre el modelo de Feria son más que importantes. “¿Y no podemos votar por una que empiece el sábado con el alumbrao y que termine el miércoles con los fuegos?”. Pues visto lo visto y lo vivido es la opción preferida por la mayoría de los sevillanos.
En los días que quedan seguirá acudiendo gente al real, faltaría más, pero no se puede obviar que el público cambia. Llegará la segunda remesa de foráneos que llenarán hoteles y restaurantes, mientras la mayoría de los propios se encaminará a las playas para recargar las pilas. Si la Feria tradicional (de martes a domingo) ya era larga para muchos, la Feria que muchos conocen como “de Espadas”, por ser el alcalde que propició el cambio de modelo, es larga, larga. Decida lo que se decida en la consulta “en caliente” de la próxima semana, el año que viene seguirán sobrándole un par de días.
Pero decíamos que el jueves de farolillos ha sido la primera jornada en la que se ha podido respirar con tranquilidad en las calles del real. Casetas a medio llenar en las que se ha podido almorzar con mucha tranquilidad, un paseo de caballos muy lucido en el que se han podido admirar con tranquilidad todos los detalles y unas calles en las que se ha podido pasear sin riesgo de ser engullido por una bulla como si se tratara de la Semana Santa. Si a esto sumamos que la temperatura ha bajado varios grados sale un cóctel más que agradable.
Uno de los lugares más bulliciosos de la jornada ha sido de nuevo la caseta municipal. Bajo sus lonas rojas y blancas, el alcalde recibe cada día a importantes colectivos. Y el de este jueves es de los más numerosos: las cofradías. Hermanos mayores, la junta superior del consejo, artistas, artesanos, periodistas... todos bien avenidos al abrigo de unos buenos caldos y unas ricas viandas. No sabemos si el presidente del Consejo, Francisco Vélez; y el delegado de Fiestas Mayores, Manuel Alés, han hablado del recorrido de la procesión del clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. A nadie se le escapa que en el Ayuntamiento ha cogido por sorpresa (por decirlo de manera suave) la publicación de un itinerario que todavía no ha sido aceptado por el Cecop. La autoridad civil se siente demasiado al margen de un acontecimiento que atraerá a la ciudad a miles de personas y que requerirá de una importante organización y participación de todos los servicios municipales.
Otro acontecimiento importante del próximo año será la coronación canónica de la Pastora de Santa Marina. Su hermano mayor, Andrés Martín, hablaba entusiasmado con el lugar elegido para imponerle la presea a la primitiva de las pastoras. Será una imagen que quede en el recuerdo. Otra Pastora, la de San Antonio, presidió hace diez años el Pregón de las Glorias que pronunció Carlos Crivell en la Catedral. El que es hoy director de comunicación del Ayuntamiento recordaba este acontecimiento con José Luis Trujillo, fiscal de la hermandad pastoreña, quien habilidosamente le comprometió un artículo para el próximo boletín de la corporación del barrio de San Lorenzo. La pregonera de este año, la historiadora Milagros Ciudad, que cada cuaresma nos deleita con sus artículos en las páginas de este periódico, anunciaba que su texto ya se encuentra terminado y en imprenta.
El jueves de Feria es también el día de la recepción del Círculo Mercantil. En su caseta se citan cada año políticos, empresarios, autoridades militares y sí, también cofrades. Aquí la nota predominante es la buena hospitalidad del presidente, José María González Mesa; y su vicepresidenta, Lola Chaves, siempre pendiente de todo. En el Mercantil la estrella ha sido Salustiano, autor del cartel de la Semana Santa de 2024 que tanto ha dado que hablar y que tantos memes ha generado, muchos de ellos de Feria. El pintor es reclamado para muchas fotografías y se le vio en animada tertulia con los miembros del Consejo de Cofradías, culpables para bien o para mal del encargo.
La tarde se ha ido animando conforme avanzaban las horas, aunque las cifras de asistencia estaban muy, muy lejos, que las de las jornadas anteriores. El paseo por las calles del real sirve para constatar la importante falta de sombra de algunas de las calles. En una breve visita a la Calle del Infierno se puede comprobar que la venta de rebujito sin control es una tónica que se ha mantenido durante toda la Feria. Este jueves también se ha visto bastante venta ambulante por las calles.
La Feria encara así su recta final con la merma ya conocida de sevillanos y una nueva llegada de foráneos.
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