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Cinco planes que no te puedes perder este fin de semana en Sevilla

Guía de la Feria de Sevilla de la A a la Z

Feria de Abril

Las mejores imágenes del domingo de Feria 2022 / Juan Carlos Vázquez

La Feria tiene su propio diccionario y su particular forma de entender las palabras porque cada una toma un significado diferente. Collares, zarcillos y pulseras se transforman en avíos y los ratos se transforman en horas. Nunca se baila solo una sevillana y nos vamos. La distancia entre casetas se alarga conforme pasan las horas en el Real y la noche llega siempre demasiado pronto cuando se entra en la parte de la trastienda. Todos los días del año se cena poco salvo la noche del pescaíto y siempre se queda en la Portada aunque todo el mundo sepa que es el peor sitio para encontrarse con alguien.

'Alumbrao'

Es el momento más esperado por todos los feriantes. Cuando la noche del sábado se encienden las bombillas de la portada y los farolillos de la calle del Real es la señal que todos esperan para empezar a disfrutar y vivir la Feria. Este año, los protagonistas del encendido de las luces serán los vecinos y comerciantes de Los Remedios. Cincuenta años hace que la fiesta cruzó el río y desde el Ayuntamiento se quiere tener este gesto con los habitantes de esta zona de la ciudad.

Este año, además, continúa el cambio de las lámparas incandescentes a leds. Se han dejado de emitir 28,41 toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que supone un ahorro en el consumo del 33 por ciento con respecto a ediciones anteriores. La primera Feria en Los Remedios tuvo un 'alumbrao' muy tempranero, a las 21:00. Era el 30 de abril de 1973 y se optó por esta fórmula para que, al menos, algunas horas de la fiesta cayeran en el cuarto mes del año. Entonces había una portada principal y otras portadas secundarias en casi todas sus calles.

Banderolas

Este año son las protagonistas de la calle Asunción y de las calles aledañas a la Feria. Son letras de sevillanas de siempre, así que es difícil mirar hacia las casas y no cantar "Pensamientos míos, vete a buscarla" o "que no nos falte de ná". Una iniciativa con la que se conmemoran los 50 años del traslado de la Feria desde el Prado de San Sebastián a Los Remedios. Pero también están las de Cruzcampo, con mensajes tan ciertos como que "si el albero no te llega al tercer volante eso no es ni Feria ni ná".

Caseta

Es la posesión más buscada en el Real. La casa efímera que se convierte en el cuartel general de la pandilla y en la que nunca se sabe cómo, siempre te localizan. Entrar en ella es como hacerlo en el túnel del tiempo y perder toda noción del espacio. Es allí donde se tienen las mejores conversaciones, se arregla el mundo entre copa de manzanilla y tapa de jamón porque una vez que consigues mesa y sillas te aferras a ellas como si fuera el tesoro más preciada.

Delantales

Si hay un lugar en el que los delantales son coloridos y tienen sello propio es en el patio de las buñoleras. Es el fin de fiesta para todo feriante cum laude y una zona que desde 1919 por lo menos ya formaba parte del Real. Al color de los vestidos y las casetas, aún más vibrantes bajo las luces de los farolillos, se puede sumar con un poco de suerte, algo de flamenco.

Encajes

Flores de papel, encajes, abaniqueras, espejos y macetas. En las casetas se cuidan todos los detalles para que no sea sólo cómoda, sino también agradable. Pliegues de tela y metros de encaje para revestir la estructura consiguen que algunas casetas tengan unas paredes que ya quisieran para ellos algunas casas señoriales. Todo para que la casa de El Real esté siempre lista para revista y con sus mejores galas.

Farolillos

La Feria tiene un cielo de farolillos. Así lo canta una de las sevillanas que se repiten cada año por el Real. Todo un clásico es que algún chaparrón abrileño haga que terminen en el albero, casi tan habitual como que los niños utilicen los que se caen para jugar. Suelen ser anaranjados y blancos, aunque en el interior de las casetas, sobre todo en la zona de las barras de algunas casetas se pueden encontrar de otros colores o con lunares.

Guitarra

En todas las pandillas siempre hay uno o una de ellos que tiene la guitarra en la caseta. Con ella, palmas, palillos (que es como se dice aquí a las castañuelas ) y los golpes rítmicos de los nudillos en la mesa, no es necesario ningún equipo de música para tener música y baile hasta que el cuerpo aguante.

Hierbabuena

O su variante yerbabuena es el punto de frescor y casi el ingrediente mágico de esa poción revitalizadora que es el caldo del puchero. Ya lo cantaba Romerito, al caldo del puchero con la ramita de yerbabuena habría que hacerle un monumento en la Feria de Sevilla. Y es que es la mejor forma de entonar el cuerpo después de un día en el Real. Sin duda, el plato estrella de la Feria en muchas casas de la ciudad, donde no faltan los días antes, los avíos a remojo, la pechuga de pollo y las verduras para tener siempre a mano un buen caldo, con su ramita de hierbabuena, por supuesto. Esa es la cara buena de esta hierba. La más traviesa es la que da el toque de frescor al rebujito.

ATRACCIONES DE FERIA EN CALLE DEL INFIERNO/JUAN CARLOS MUÑOZ

Infierno

Que la calle de los cacharritos, que así es cómo se llama en Sevilla a las atracciones de feria, esté dedicada al Infierno se entiende nada más poner el pie en ella. La música es tan fuerte que se pueden sentir las vibraciones desde el suelo hasta la barriga, mucha gente y sobre todo diferentes posibilidades de poner al límite la adrenalina y la paciencia de padres y madres. Un lugar del que es difícil salir porque los niños, siempre quieren una vuelta más en los autos de choque o en el ratón vacilón o una papeleta más de la tómbola. Y los menos niños ponen al límite su capacidad de marearse por las vueltas de algunas de las atracciones o gritar en las caídas libres de otras de ellas. Eso sí. Es una de la calles donde la edad media es más joven de toda la Feria.

Jamón

Cantaba Perejil: "Esta feria de Sevilla, será una buena ocasión para tomar manzanilla con tapita de jamón". El jamón y las gambas son la base de la dieta del feriante, o por lo menos, la que más desean. Hay verdaderos maestros en multiplicar las finas lonchas del ibérico para que el plato dure casi toda la estancia en la caseta.

Kiosco

Algodón de azúcar, manzana con caramelo o pistolas para hacer pompas de jabón. Los kioscos son la primera salida que se hace cuando tus padres van a la Feria y te dejan dar una vuelta con los amigos. Cuando decían: "Ve a comprarte un algodón", siempre ibas al que estaba más lejos aunque hubiera otro en la misma esquina. Mientras, tus padres solían hacer la vista gorda porque, al final, sabían que era la primera señal de que quedaba poco para empezar con otro de los grandes temas de la Feria: las horas de llegada.

Las mejores imágenes del domingo de Feria 2022 / Juan Carlos Vázquez

Landau

Es uno de los tipos de coches de caballo que se pueden ver en la Feria. El Paseo de Caballos es uno de los entretenimientos del Real. Las mesas que dan a la baranda son las más cotizadas en la sobremesa aunque haya que aguantar un sol de justicia durante la hora del almuerzo. Es el juego más antiguo del mundo: mirar y ser visto en una especie de coqueteo donde nunca falta tema para comentar o simplemente disfrutar del colorido y del ambiente de Feria.

Manzanilla

Está previsto que en el Real se vendan 1,5 millones de medias botellas de manzanilla vendidas. Con una media hay para unas seis copas y el tamaño óptimo y más cómodo para que el vino no se caliente. Desde el consejo Regulador de Sanlúcar de Barrameda recomiendan consumirla muy fría y en copa de cristal fino. No hay Feria de Sevilla sin el Rebujito. Pero sólo desde 1998, que fue cuando comenzó a beberse en las casetas. Ahora bien, una combinación parecida ya se tomaba en la Inglaterra victoriana. Es el Sherry Cobbler y era una mezcla de manzanilla o fino, limón, azúcar, agua carbonatada y hielo picado. Las proporciones para elaborarlo como un auténtico experto son: 1/3 de manzanilla por 2/3 de refresco y mucho, mucho hielo. Puedes añadir unas hojas de hierbabuena para aportarle frescor a cada trago.

Noria

Ver el Real desde la noria es algo que nunca falta, aunque haya quien se resista a dar vueltas a cierta altura del suelo. De todos los "cacharritos" es el más clásico y el que suelen compartir las familias y, ahora, de las más instagrameables. La Feria pasada ya fue una de las atracciones de la Feria de Abril que más aparecieron en tiktok.

Olor

"Ya huele a Feria" cantaba la sevillana. Los olores de la Feria son perfectamente reconocibles por el feriante. Los buenos y los malos. Pero, siempre mejor los aromas del Real. Los claveles que se venden por las calles, los geranios de las casetas y el olor resucitador de un buen guiso a la hora de comer para reponer fuerzas antes de seguir bailando sevillanas.

Pañoleta

Son verdaderas obras de arte que hablan de la personalidad de cada caseta. En 1919 el pintor Gustavo Bacarisas diseñó la primera tal y como hoy la conocemos. Es ese triángulo lleno de colorido donde está el nombre y la dirección. En el centro, el escudo de la institución o un dibujo que define la guasa sevillana del grupo de socios. Algunos de ellos son realmente curiosos, como "Wifredo er Velloso", "El Revoltijo", "Ya güele a feria", "Ahora vengo", "Los Malacatruqui", "Gente güena", "La Lagaña", etc.

Queso

Con el jamón y la manzanilla forma parte del menú básico del Real. Más socorrido que el jamón y las gambas, los toques salinos de la manzanilla combinan a la perfección con este producto.

Rato

Unidad de medida de tiempo que, si siempre es inexacta, en la feria es aún más. En la mayoría de los casos, es una despedida. Cuando alguien dice: vamos a dar una vuelta, en un rato estamos aquí, hay muchas posibilidades de que signifique que no vuelven. Aunque parezca que no es así, en este caso, el diminutivo ratito no significa que tarde menos en regresar.

Las mejores imágenes del domingo de Feria 2022 / Juan Carlos Vázquez

Sevillanas

Es el baile de la Feria. Da igual que no sepas los pasos o cómo mover los brazos. Al final, siempre se acaba en el tablao defendiéndose en los cuatro palos con más o menos vergüenza. Cada año salen al mercado coplas nuevas, pero lo cierto es que cuando un grupo de amigos se anima a cantar y a bailar -como con los más de veintitantos que se iban a la Feria en la letra de Pascual González - hay un repertorio imprescindible que nunca falta y que renace, como las flores esas del arriate, cada primavera.

Las sevillanas, que parecen ser una evolución de las seguidillas manchegas a las que se le añadió su particular baile en el siglo XVIII, llegaron a la Feria de Sevilla el mismo año de su fundación con el nombre que la caracteriza, aunque no fueron reconocidas legalmente con ese término por la Real Academia Española de la lengua hasta el año 1884. El Ayuntamiento ha anunciado recientemente el inicio del expediente para que sean declaradas Bien de Interés Cultural.

Toreros

Las calles de la Feria tienen nombre de toreros desde que el Real está en Los Remedios. Hace 50 años. Esa feria contó con una portada principal y varias secundarias en casi todas las vías. Empezaba en Antonio Bienvenida y terminaba en Costillares. Los otros toreros con calle en el Real son: Ignacio Sánchez Mejías, Pepe Hillo, Espartero, Pepe Luis Vázquez. Jiménez Chicuelo, Ricardo Torres 'Bombita'; Pascual Márquez, Juan Belmonte, Gitanillo de Triana, Curro Romero, Manolo Vázquez, Joselito el Gallo y Rafael Gómez Ortega.

(Transporte) Urbano

En Feria siempre es mejor olvidar el coche y utilizar los aparcamientos públicos tanto para los coches como para motocicletas y ciclomotores. Cinco líneas de autobuses paran junto a la portada durante toda la semana de Feria, modificando sus horarios, frecuencia de paso y recorrido con el fin de transportar a sevillanos y visitantes hasta el real.

Vestimenta

Hay que tener en cuenta que la Feria es una de las fiestas de la ciudad, por lo que los sevillanos suelen guardar sus mejores galas para este momento, sobre todo para la noche del pescaíto. La forma de vestir también ha cambiado en el traslado del Real. Las mujeres iban con traje de flamenca pero los hombres de entonces, solían llevar camisa blanca con el último botón abrochado, sin corbata y con sombreo de ala ancha. Ahora, los hombres suelen llevar chaqueta y algún detalle en el ojal. La opción más habitual es el traje oscuro, aunque algunos se atreven con los colores tierra, beige o azulones. Y es válida tanto para el día como para la noche. Aquí, recomendamos el clásico azul marino o gris marengo, también el azul noche o utilizar tejidos como el príncipe de Gales o diplomáticos con motivos discretos. Para el día, además del traje, es también una muy buena opción combinar americana con un pantalón diferente, siendo la combinación más típica la de americana azul marino de lana fría y pantalón gris. Sin embargo, también puedes utilizar tejidos de lino con colores tierra, beis, verdes o azulones.

Imágenes del viernes de Feria / Juan Carlos Muñoz

Zapatos

El albero acumulado en los zapatos es uno de los indicadores mejores del grado de feriante que se ha alcanzado durante la semana de farolillos. Aunque algunos se empeñen en mantenerlos impecables, es difícil quitarlo de la piel.

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