Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
El intenso calor que ha acaparado todas las conversaciones dentro y fuera del real durante estos días ha dado un leve respiro a mediodía. Incluso ha habido un breve chispeo. Lo justo para que los paseantes alzaran la vista al cielo de farolillos que tuvo que reponerse a causa del chaparrón del viernes de la semana pasada. A pesar de esta tregua climática, las flamencas no han dejado los abanicos en casa. No han hecho lo propio algunos caballeros con sus corbatas que, después de una semana, decidieron optar por las guayaberas o por llevar simplemente la americana con camisa.
Pero, sin duda, la mayoría de los sevillanos han preparado las maletas y han partido hacia las playas onubenses y gaditanas para aprovechar el festivo del lunes. La portada se ha convertido en un decorado para los turistas que, con marcado acento británico y cámara en ristre, han apuntado con sus flashes al paseo de caballos. Qué habrían contado a sus familiares si hubieran visto el mismo espectáculo cuatro días antes, cuando en las mismas calles no cabía ni un alfiler.
En el punto de información junto a la portada, una pareja de uruguayos que visitan por primera vez el real son informados de un tour gratuito que explica la historia de la Feria. Además, reciben consejos para combatir el calor y evitar una deshidratación. "Nos parece una fiesta hermosa y colorida, pero los de fuera no sabemos muy bien qué hacer. Aunque sea un evento para sociabilizar, no parece que esté hecho para el turista", explica María Celia Robaina, natural de Montevideo.
Andrea Sánchez, una de las amables informadoras de este punto de atención al visitante recalca que durante la jornada se han acercado muchos viajeros de Reino Unido, Estados Unidos, Colombia, o Venezuela. Pero, sin duda, la jornada se caracteriza por la masiva afluencia de madrileños que aprovechan el festivo nacional del uno de mayo y también el del día dos, que conmemora el levantamiento del pueblo madrileño contra los franceses. En definitiva, un puente largo para ellos que se alargará hasta el martes.
En este sentido, desde Renfe indican a Diario de Sevilla que durante la jornada se han ofertado 11.000 plazas para el trayecto que va desde Madrid a Sevilla. Se trata del día con mayor refuerzo con una oferta de 2.000 plazas extra. Lo cierto es que la demanda atiende a esta cifra con el cartel de "tren completo" en todos los horarios que ofrecen en su web.
Javier Tato, un sevillano especializado en consultoría financiera que vive en Madrid desde 2014 aprovechará el puente para enseñar la fiesta a algunos amigos de la capital. El sevillano ha optado por comprar su billete en Iryo, un operador privado que inició sus viajes entre Andalucía y Madrid el pasado 30 de marzo. "Compré el billete en cuanto salió a la venta hace tres o cuatro meses". Javier Tato ha pisado el albero hoy viernes por la noche, pero su idea es regresar a la Feria para almorzar durante el sábado de fuegos y ver el espectáculo que cierra la fiesta de primavera. "Ya vine el fin de semana pasado, pero quería regresar por la Feria y también quería aprovechar el puente para ir el domingo a la playa".
Caso diferente es el de Marisa Rodríguez, una gallega afincada en Madrid que visita la Feria por primera vez aprovechando el puente y que su anfitriona es natural de la capital hispalense. Comparte almuerzo en la caseta La Jarana en la calle Ignacio Sánchez Mejías y no ha dudado ni un segundo en vestir un traje de flamenca blanco con lunares celestes. "Es muy diferente a lo que pensaba y me ha encantado vestirme de gitana, porque de primeras no te ves pero cuando pones un pie en la calle no te sientes fuera de lugar", señala.
Aunque los amigos disfrutan de un almuerzo, entre risas y anécdotas, comparten espacio con apenas dos familias más. Esta falta de sevillanos en las últimas jornadas de Feria es la que ha avivado el debate entre los caseteros y dueños de caterings sobre la duración de la fiesta. "A la Feria le sobran dos días, porque los viernes y los sábados de cierre apenas hay gente. Ni con los turistas que vienen se llenan todas las casetas", indica Rafael Calvo, propietario del catering Casa Isabelo. De hecho, señala que una de las tendencias que se asentará en las casetas pequeñas para cubrir los gastos será la de solicitar un gasto mínimo y fijo a cada socio antes de comenzar la semana. "Esto ya se hace en algunas casetas para asegurar las ventas".
Una de las sevillanas que ha pisado el real durante la jornada del viernes, una rara avis entre foráneos, es Patricia Verdugo que no ha dudado en "vivirla de principio a fin, desde la preferia que empezó el pasado viernes". La sevillana, que por motivos laborales lleva siete años sin ver a la Esperanza de Triana y al Gran Poder en la Semana Grande de la ciudad, no falla a su cita en Los Remedios con sus amigos. Esto mismo le sucede a Ana Flores, otra sevillana que ha pospuesto el viaje a la playa un día gracias al festivo para disfrutar de una última rumba junto a su familia.
Ambas son la excepción ante las opiniones cada vez más extendidas acerca de la larga duración de la fiesta. Percepciones que seguro serán objeto de debate para configurar la Feria del año que viene.
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