La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
balance de la feria
UNA Feria demasiado larga. Ha sido, sin duda, una de las frases más escuchadas esta semana, cuando se ha celebrado la segunda de las Fiestas de Primavera de Sevilla. La Feria comenzó la noche del sábado 29 de abril y concluyó ayer, con los fuegos artificiales. Una fiesta de siete días y ocho noches que ha tenido claros altibajos. Un arranque masivo, coincidiendo con el puente festivo del 1 de mayo, y una segunda parte en la que la afluencia de público fue mucho más discreta. El Ayuntamiento defiende, con datos, su apuesta por el nuevo calendario. Esta postura se enfrenta a la de diversos representantes del sector hotelero y hostelero, así como a la opinión de caseteros y de cinco ex concejales de Fiestas Mayores, que cuestionan la conveniencia de que este modelo pueda aplicarse en años venideros, cuando la Feria no coincida con el puente de mayo que tantos visitantes nacionales ha traído a la capital andaluza. Y, sobre todo, hacen hincapié en que la Feria se planee siempre para sus actores principales: los sevillanos.
Carlos Suffredini es el director del Hotel Alfonso XIII, el más emblemático de la capital hispalense. Si en años anteriores todas sus habitaciones estaban ocupadas en la Feria, en esta ocasión aún quedaban plazas libres para este fin de semana. "El sábado y domingo anteriores a la Feria de 2016 registramos una ocupación del 100% en el Alfonso XIII, y ello pese a no haber comenzado la celebración oficialmente. Este año hemos vuelto a conseguir este dato, pero nos quedan habitaciones libres para este fin de semana, el segundo de la Feria, algo que no ocurría desde hace bastante tiempo", recuerda Suffredini. El responsable de este hotel de gran lujo aboga por que la Feria comience un domingo y acabe otro. "Los hoteleros, de esta forma, podemos garantizar el 100% de las reservas para el segundo fin de semana, que de otra manera, queda partido al acabar la celebración un sábado", explica.
El Hotel Mercer, también de cinco estrellas, abrió sus puertas el pasado otoño en la calle Castelar, muy cerca de la plaza de toros. Desde el pasado sábado hasta hoy ha tenido ocupadas todas sus plazas. Alejandro Haurie, embajador del establecimiento, apunta a un factor importante para este lleno: la coincidencia con el Primero de Mayo, un puente festivo que ha permitido la afluencia de turistas nacionales. "A partir del martes empezaron a llegar los extranjeros. Si la Feria no hubiera incluido el puente festivo, las cifras no habrían sido tan espectaculares", afirma.
La coincidencia con el puente festivo de mayo ha provocado que los restaurantes y bares registren una gran afluencia en la primera mitad de la Feria. Pedro Sánchez-Cuerda, propietario del Grupo La Raza, señala que "el puente fue muy bueno" en los establecimientos de esta empresa, algunos de los cuales, como el del Parque de María de Luisa, se encuentran bastante cerca del Real de Los Remedios. "A partir del martes las cifras fueron normales, como cualquier otra Feria", refiere este empresario.
Una situación similar se ha vivido en el Restaurante Becerrita. Su dueño, Jesús Becerra, recuerda que el arranque de la Feria fue "excelente" y que a partir del martes la situación empezó a normalizarse. Este hostelero lanza una pregunta: "¿qué habría pasado si la Feria no hubiera incluido el 1 de mayo?". "Aunque hay compañeros que piensan lo contrario, llevo años defendiendo que son dos fechas que aseguran el lleno en Sevilla. El puente festivo consigue que venga una gran cantidad de visitantes y luego la Feria, especialmente la taurina, atrae también a muchos turistas, caiga o no en festivo. Son dos oportunidades que se defienden solas, sin necesidad de hacerlas coincidir", refiere Jesús Becerra.
Sobre el albero, la opinión de los caseteros es casi unánime. La Feria ha sido demasiado larga para el bolsillo. José Antonio García de Tejada es presidente del Real Club Pineda. La caseta de esta entidad -un referente de la Feria- ha estado "animada" casi todas las noches. Excepto la del viernes, cuando se notó "bastante" la bajada de público. Los responsables de Pineda elaboraron un informe sobre cómo afectaría una fiesta de siete días a los gastos de la caseta. Tras la celebración, García de Tejada reconoce que la facturación ha subido un 40%, "aunque dicho aumento se ha conseguido en los dos primeros días, que fueron festivos. A partir del martes se hizo igual e incluso menos caja que en años anteriores". "Lo que sí han expresado los socios de Pineda es la conveniencia de que la Feria vuelva a su formato habitual, de la noche del lunes a la del domingo, porque este modelo la hace insostenible más años", mantiene García de Tejada.
Por contra, Práxedes Sánchez, presidente del Círculo Mercantil e Industrial -entidad que cuenta con la caseta de mayor tamaño de la Feria- se muestra satisfecho con el nuevo calendario. "Los socios están contentos con un día más. En esta caseta no hemos tenido en ningún momento vacíos de personas. El hecho de que la Feria cuente con una jornada más permite dosificar mejor la afluencia", refiere el presidente del Mercantil.
A falta de los datos finales, el Ayuntamiento gobernado por Juan Espadas ha defendido la Feria de siete días y de sábado a sábado. Se basa, para ello, en 10 razones. Entre estas argumentaciones, fuentes municipales aseguran que las cifras finales -que se darán a conocer hoy- avalan una mayor asistencia de sevillanos a la celebración. "Al cierre del viernes, todos los indicadores eran superiores a los del año pasado", confirman estas fuentes. Otra razón para defender dicho calendario es la víspera: "Se ha conseguido que el domingo de preferia, cuando la mayoría de las casetas funcionaban, pero sin recursos públicos ni las medidas de seguridad adecuadas, pase a formar parte de la Feria. Muchos de los que estos días cuestionan una Feria de siete días llevaban tiempo celebrándola de este modo".
Además de estas razones, defienden también la necesidad de que la noche del alumbrado sea un sábado para que los sevillanos puedan acudir a ella conscientes de que al día siguiente es domingo. También hacen hincapié en la conveniencia de que la semana de farolillos cuente con un festivo. Al margen queda la repercusión que una Feria con dos fines de semana ha tenido en los datos turísticos y, por consiguiente, en el impacto económico.
Todas estas explicaciones, sin embargo, no convencen a cinco ex concejales de Fiestas Mayores con los que Diario de Sevilla se puso ayer en contacto. Para el popular Jaime Bretón, este modelo de Feria "le resulta largo". "Siempre ha de celebrarse dos semanas después de Pascua e incluir un día festivo, como el miércoles, pero debemos tener presente que desde la entrada del euro la hostelería se ha encarecido, y especialmente en Feria, lo que provoca que mucha gente pueda ir pocos días a almozar o hacerlo después de comer. Una Feria de siete días no hay bolsillo ni cuerpo que lo aguanten", expresa el que fuera edil del PP.
Paola Vivancos se declara "feriante diaria". A la que fuera concejal andalucista de Fiestas Mayores durante el primer mandato de Monteseirín le ha parecido "una Feria larguísima". "Son muchos los sevillanos que a partir del jueves se han ido a la playa. No nos olvidemos que ésta es una fiesta hecha por y para los sevillanos. Es como si vendemos todos los billetes para una función de teatro y cuando se sube el telón no están los principales actores. Siempre hay que tener presente este riesgo", advierte Vivancos.
"Hay que darle una vuelta de tuerca a este modelo, pues nos podemos encontrar con casetas sin sevillanos. La Feria de martes a domingo ya resultaba larga. Propondría, incluso, que la noche del alumbrado se celebrase el martes y el miércoles, como primera jornada oficial, fuera festivo. Sería una duración más razonable y ajustada al bolsillo", expresa la ex edil andalucista.
Postura muy similar es la que mantiene la ex concejal socialista Rosamar Prieto-Castro, quien en su época de delegada de Fiestas Mayores -en plena crisis- se negó en 2011 a ampliar la Feria un día para que coincidiera con la última jornada de abril. "Creo que Espadas ha realizado el cambio con la mejor intención, pero los sevillanos, en general, no están contentos con la ampliación", sostiene Prieto-Castro, quien alerta de que si se atiende sólo a los motivos turísticos "la Feria se puede convertir en un parque temático".
"Una Feria de siete días no hay cuerpo, bolsillo ni hígado que la soporten", advierte la que fuera delegada de Fiestas Mayores en el último gobierno de Monteseirín. "Si los sevillanos dejan de ir, esto se convertirá en otra cosa, pero no en la Feria de Abril", apostilla.
Gregorio Serrano fue edil de Fiestas Mayores durante el gobierno en mayoría absoluta de Zoido. Durante este mandato se planteó también adelantar la Feria a la noche del sábado con el fin de acabar con la preferia y el riesgo que suponía que numerosas casetas funcionaran sin los servicios mínimos de seguridad. Serrano, director general de Tráfico desde que Zoido fuera nombrado ministro de Interior, ha vivido este año la Feria "desde lejos" por motivos laborales, lo que no le impide opinar que "todo debe tener su justa medida". "En Fiestas Mayores está todo inventado. Existen aspectos que no deben cambiarse", señala Serrano, que pide al gobierno de Espadas que "reflexione" y "no se precipite" a la hora de aplicar este modelo para años venideros. "Deben tener en cuenta que sólo fue respaldado por un 1% de los sevillanos", añade.
Juan Ortega, concejal andalucista de Fiestas Mayores en 2000, amplió ese año la Feria un día para que, al menos, cayera una hora en abril. El alumbrado se inauguró a las 23:00 del domingo. La celebración contó con una jornada más, que fue festiva, al coincidir con el 1 de mayo. Situación similar a la de este año. "A mí, como feriante, no me molesta que la Feria tenga un día más. Cada uno acude a ella como puede y cuando quiere: un día, dos, tres o todos", abunda Ortega, quien, no obstante, puntualiza que el modelo de este año deber ser "puntual y transitorio", es decir, "sólo debe aplicarse cuando la semana de farolillos coincida con el puente festivo". "Tampoco podemos forzar la celebración para acabar con la preferia", abunda el ex concejal del PA.
Con vistas a 2018, la Feria del próximo año será muy distinta a la que acabó ayer. Al ser Domingo de Resurreción 1 de abril -15 días antes que este año-, la semana de farolillos, de mantenerse el actual modelo, comenzaría la noche del sábado 14 de abril y concluiría la del 21. El puente festivo del 1 de mayor quedaría muy lejos, por lo que los datos de asistencia de los primeros podrían ser mucho menores a los de este año. Al gobierno le toca reflexionar sobre ello.
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