La Feria de Sevilla 2023 echa a andar con la puesta del primer tubo de la portada
El próximo año se celebran el medio siglo del traslado a Los Remedios
Comienza la instalación de la portada de la Feria de Sevilla 2023
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Una portada regionalista para la Feria de Sevilla de 2023
125 días son los que faltan para que de comienzo una nueva edición de la Feria de Sevilla. Y para que todo esté el 23 de abril, este lunes se ha puesto el primer tubo de la portada, que representa dos edificios regionalistas tan representativos de la ciudad, como el Coliseo España y la Plaza de España. Además, en 2023 se conmemora el 50 aniversario del traslado del Real del Prado a Los Remedios. Un hito que supuso la apertura definitiva de la celebración a los sevillanos. Por ello, el Ayuntamiento, a través del distrito Los Remedios y de la delegación de Fiestas Mayores, y a iniciativa de la Asociación de Comerciantes y Profesionales de Los Remedios, trabaja ya en un programa de actos. La portada contará con un logo alusivo de este aniversario.
Con un coste aproximado de 500.000 euros, la portada tiene 40 metros de altura, 48 de ancho, 6 de fondo y un volumen de 3.450 metros cúbicos. La estructura, diseñada por Gregorio Esteban, estará conformada por 35.000 metros lineales de tubos y contará con 25.000 luces led. En 2022 se procedió a sustituir las 201.000 lámparas incandescentes por otras de tipo led, lo que ha supuesto dejar de emitir 28,41 toneladas de CO2 a la atmósfera y un ahorro en el consumo del 33% con respecto a años anteriores.
"La portada responde perfectamente a lo que la Feria es. El próximo año conmemoramos la llegada a Los Remedios y habrá un importante programa de actos. Merece la pena resaltar esta efemérides porque hubo un antes y un después con este emplazamiento", ha destacado Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores.
Una portada que ensalza el Regionalismo
Con la premisa de realizar un diseño basado en la arquitectura civil regionalista de Sevilla, el arquitecto técnico y delineante Gregorio Estaban ha elegido dos edificios de carácter monumental de la ciudad, con un doble objetivo: fusionar elementos representativos de ambos sin que se pierda la idea de conjunto regionalista y transformarlos adecuadamente para que sea evidente una portada de feria.
De esta manera la primera impresión visual de la portada no hace fácil, en principio, reconocer los edificios tomados como base del diseño, intentando huir de la tentación de reproducir un mero alzado. Con el mismo criterio, se descarta reproducir fielmente el color del característico del ladrillo de cara vista tan propio del regionalismo y adopta el criterio de utilizar colores propios de la Feria, como son el ocre del albero, el rojo burladero, el azul y el blanco principalmente.
En lo que se refiere a la Plaza de España, un edificio único en su género obra del arquitecto Aníbal González y Alvarez-Ossorio y construida entre los años 1914 y 1929 para la Exposición Iberoamericana de 1929, ha sido recurrente en diferentes portadas, normalmente sus torres y sus puentecillos sobre la ría, e incluso la combinación de ambos elementos. Sin embargo, en esta ocasión se ha decantado por utilizar uno de los elementos arquitectónicos que más la caracterizan, la arquería de arcos carpaneles, que se repite sin solución de continuidad entre las torres y las puertas de los distintos reinos históricos.
Con cinco arcos se ocupa el primer cuerpo de la portada situado entre los dos baluarte laterales, buscando esa repetición de arcos tan llamativa de la Plaza de España. Se intercala un segundo cuerpo de ventanas, estas pertenecientes al Teatro Coliseo España, que se remata con un tercer cuerpo centrado que se inspira en el remate superior de la Puerta de Castilla y León de la Plaza de España.
Para enmarcar el segundo cuerpo se utilizan las típicas balaustradas de cerámica que también caracterizan a la Plaza de España.
Por su parte, el Teatro Coliseo España, obra de los arquitectos José y Aurelio Gómez Millán, se concibe como cine Reina Mercedes en 1924, pasa a ser Teatro Reina Victoria con motivo de la Exposición del 29 y por último en 1931 como Coliseo España.
Fue transformado para entidad bancaria en 1975 y actualmente alberga oficinas de la Junta de Andalucía. Las fachadas a la Avenida de la Constitución y a la calle Adolfo Rodríguez Jurado son las más significativas en cuanto a decoración.
Los ventanales del segundo cuerpo de la portada están inspirados en los situados en la planta alta del Teatro Coliseo España, entre los dos miradores que rematan las esquinas de la fachada con la calle Adolfo Rodríguez Jurado; están formados por parejas de arcos de medio punto con parteluz entre pilastras.
La decoración de las enjutas de los arcos y las pilastras son de azulejo trianero pintados por el insigne pintor de cerámica Enrique Orce. Esta decoración también está adaptada para la portada de feria. Los baluartes laterales se inspiran en los miradores de las esquinas de la fachada principal a la calle Adolfo Rodríguez. Están suficientemente transformados para conseguir la idea de torres típicas de las portadas de feria.
Los baluartes laterales están divididos en tres cuerpos, un primer cuerpo que acoge uno de los elementos característicos del regionalismo, la ventana con reja de forja sevillana. El segundo cuerpo acoge otro de los elementos característicos del regionalismo y del Teatro Coliseo: los lienzos de azulejo cerámico pintados por Enrique Orce que contienen el escudo de la ciudad de Sevilla y el escudo de Ildefonso Marañón, acaudalado banquero que financió la construcción del Teatro.
En la adaptación de la portada se ha utilizado el escudo de Sevilla y el NO-MADEJA-DO, con decoración propia de la feria. El tercer cuerpo es el que representa a los miradores de las esquinas, cubiertos por teja cerámica en colores azul y blanco en cubierta a cuatro aguas o de pabellón, tan típica del regionalismo.
El conjunto de la portada se armoniza con friso de metopas para enmarcar los arcos de carpanel, dándole continuidad hasta los baluartes que rodea y destacándolo con el color rojo burladero. Para realzar el mirador del baluarte se realiza una transición con un alero volado a modo de tejaroz.
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