'Jurassic World Dominion': El mundo jurásico cierra sus puertas
Cine | Estreno
Llega a las salas la última entrega de la franquicia jurásica
Sam Neill, Jeff Goldblum y Laura Dern regresan para enfrentarse una vez más cara a cara con los dinosaurios
Galería gráfica: Imágenes del capítulo final de la serie jurásica
Una última aventura antes de que los dinosaurios se despidan de la pantalla (al menos por ahora). Es lo que propone Jurassic World Dominion, que llega este jueves a los cines de nuevo con Colin Trevorrow tras la cámara y Steven Spielberg en la trastienda y con el reto de superar las ya abrumadoras cifras de sus predecesoras y quizás también las de una temporada que se está revelando profusa en taquillazos tras la sequía impuesta por la pandemia.
Chris Pratt y Bryce Dallas Howard repiten al frente de un reparto en el que, para subrayar ese aroma de despedida, la franquicia jurásica recupera a esos tres personajes (interpretados por Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum) que se enfrentaron por primera vez, allá por los primeros 90, a esos monstruos salidos de la mente de Michael Crichton y plasmados en celuloide por los magos de la Industrial Light & Magic de George Lucas.
La historia pretende ser, aparte de un cierre argumental, una vuelta a los orígenes, al espíritu de las tres primeras entregas, que proponían una acertada mezcla de ciencia, acción y aventuras sin olvidarse de las necesarias pausas que propiciaban el desarrollo de la historia y los personajes.
El principio de todo
Hace casi tres décadas que el Parque Jurásico ideado por Crichton abrió sus puertas en la pantalla grande, con una trepidante historia de aventuras que arrancaba cuando un filántropo (John Hammond, Richard Attenborough) devolvía a los dinosaurios al presente, gracias al talento de sus genetistas y a su desmesurada fortuna (el repetido "no hemos reparado en gastos").
La película, de final menos amargo que la novela de Crichton, sí coincidía con ella en poner el acento en los peligros de la ciencia desbocada, del jugar a ser Dios, de hacer algo porque se puede sin pensar en si se debe llevar a cabo o no (parafraseando a Ian Malcolm).
Y también contenía uno de los ingredientes marca de la casa de su director, Steven Spielberg, lo que podríamos llamar el héroe a su pesar, en este caso por partida triple, con un dispar pero complementario (y, sobre todo, carismático) trío de científicos interpretados por Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum.
Tres eruditos acostumbrados a las aulas o a las excavaciones que van a echarle un vistazo a ese nuevo parque de atracciones y que de pronto se ven luchando literalmente por sus vidas cara a cara con un colosal Tiranosaurio Rex o los aún más temibles Velocirraptores.
Dice la leyenda que Spielberg dejó Parque Jurásico a medio terminar para irse a filmar La lista de Schindler (estrenó los dos títulos en 1993) y que fue George Lucas el responsable del montaje final. También dice, aunque esto sí es más oficial, que cuando Lucas vio lo que Industrial Light & Magic era capaz de hacer para traer a la vida (digital, aunque había también animatrónicos) a esas criaturas se decidió a retomar el proyecto de su vida y a preparar los tres primeros episodios de su saga galáctica.
Pero esa es otra historia. Parque Jurásico fue, como es conocido, un bombazo mundial (63 millones de dólares de presupuesto y más de mil de recaudación, más todo el merchandising, atracciones en parques, etc.) que desató una fiebre inaudita por los dinosaurios y a la que seguirían dos entregas más, en 1997 El mundo perdido (a partir de otra novela de Crichton) y, en 2001, Parque Jurásico III, ya sin Spielberg sentado en la silla del director.
Parecía entonces llegado el final de la franquicia, aunque había un borrador de guion que durante una década fue entrando y saliendo de cajones hasta que Universal fichó en 2013 a Colin Trevorrow para escribir y dirigir una nueva entrega, que continuaría la historia pero al mismo tiempo serviría como relanzamiento de toda la serie.
Una nueva trilogía
Como toda secuela/relanzamiento, todo en Jurassic World era mayor y más ambicioso, al menos en la estructura del parque, ahora perfectamente funcional y de lo más rentable. Sigue habiendo genetistas jugando a ser Dios (el doctor Henry Wu, de nuevo interpretado por BD Wong) pero ya no hay científicos a pie de campo, por así decirlo, sino una ambiciosa ejecutiva (Bryce Dallas Howard) y una especie de aventurero (Chris Pratt) capaz de domar (hasta cierto punto) Velocirraptores.
La película, que pulverizó los récords de sus antecesoras, estrenaba dinosaurios (Indominus Rex, como el más peligroso) pero añadía pocas innovaciones a lo ya conocido.
Dirigida más a un público nuevo que a los seguidores de las películas originales, sus puntos fuertes residían precisamente en los instantes que remitían a Parque Jurásico, ya fuese en forma de homenaje, referencia o descarado recurso a la nostalgia para añadir emoción a una historia que no era capaz de generar la misma tensión que la secuencia de los coches y el T-Rex en Parque Jurásico o de las caravanas en El mundo perdido, por poner solamente dos ejemplos.
La siguiente entrega, El reino caído (dirigida por el español Juan Antonio Bayona), incidía en esas flaquezas y recurría a otro elemento presente en la primera trilogía, la convivencia entre dinosaurios y humanos (en el acto final de El mundo perdido, con el T-Rex por las calles de San Diego). Sobre todo al final, cuando los animales objeto de subasta quedan libres y dan paso a esta Dominion cuya producción, como tantas otras cosas, hubo de pausarse por la pandemia.
'Dominion'
Jurassic World Dominion arranca cuatro años después de El reino caído y la destrucción de Isla Nublar. Por lo visto en los avances (no queremos desvelar más de la trama), en este nuevo mundo dinosaurios y seres humanos, los dos depredadores más letales de la creación, se han visto obligados a coexistir en un más que precario equilibrio que, es de suponer, habrá puesto patas arriba los ecosistemas de todo el globo.
Colin Trevorrow retoma la dirección de este largometraje que parte de una historia suya (junto a Derek Connolly) y un guion también suyo (coescrito con Emily Carmichael) y que cuenta con Spielberg en la producción ejecutiva y con la producción de Frank Marshall y Patrick Crowley.
Con todo, lo más destacado no está solo tras la cámara, sino también delante de ella, porque como ya hemos apuntado Jurassic World Dominion recluta, quizás para un último servicio, al trío original de científicos que se las vieron (en un par de ocasiones) con los dinosaurios originales, los doctores Alan Grant (Sam Neill), Ian Malcolm (Jeff Goldblum) y Ellie Sattler (Laura Dern).
Junto a ellos, repite la nueva generación -Chris Pratt como Owen Grady y Bryce Dallas Howard como Claire Dearing- en una historia que como también decíamos más arriba se acercará más al espíritu y estilo de las primeras películas, con mayores dosis de ficción científica, sin abandonar por ello la acción o la aventura. Y, con suerte, aprovechando la presencia de Neill-Goldblum-Dern, también algunas notas de ese humor que tanto se echaba en falta en las dos primeras Jurassic World.
Tanto el equipo como el reparto insisten en que esta entrega será la última, que con esta se cierran las puertas de los mundos jurásicos, pero con cifras como las que auguran las previsiones será complicado tirar al mar para siempre la llave de una franquicia tan jugosa.
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