Un yihadista fue detenido en la zona hace un año
Intentó envenenar depósitos de agua para consumo humano en complejos turísticos
Los vecinos del barrio de Mirasierra se llevaron hace justo un año un susto igual. A tan solo unos metros de la calle Virgen de Loreto, concretamente en la de Pedreras, fue arrestado en agosto del año pasado un terrorista yihadista de origen marroquí que captaba a nuevos miembros a través de una página de internet y que fue expulsado de Jordania por motivos similares. La investigación llevada a cabo entonces determinó que intentó envenenar agua de consumo humano en zonas de acampada y complejos turísticos.
Se trata de Abdellatif Aoulad Chiba, de 36 años, que fue enviado a prisión acusado de un delito de integración en organización terrorista y otro de conspiración para el asesinato terrorista.
Tampoco en aquella ocasión este terrorista levantó sospechas entre sus vecinos. Llevaba aproximadamente un año residiendo en régimen de alquiler en una vivienda de planta baja situada en el número 53 de la calle Pedreras en la que no fueron encontrados explosivos en el exhaustivo registro que llevó a cabo entonces la Guardia Civil y que también levantó un gran revuelo entre los vecinos, que increparon al detenido cuando fue sacado de la vivienda por los agentes.
Y es que en esta ocasión el detenido sí era más conocido en la zona ya que se ofrecía como vidente, actividad que publicitaba en unos folletos en inglés y castellano. Se hacía llamar Genio y cobraba la voluntad. Quienes le conocieron le describieron como un hombre muy educado y amable.
Dos años antes, La Línea, un municipio de tan solo 70.000 habitantes, vivió otro sobresalto relacionado con el terrorismo islamista cuando un bielorruso fue asesinado en la ciudad. Era Andrei Misha, vinculado a una célula radical islamista, experto en armas químicas y entrenado en Europa del Este. Misha recibió varias puñaladas cuando paseaba por el bulevar existente junto a la Aduana de Gibraltar. Estaba en libertad con cargos y tenía prohibido salir de España. Llegó a La Línea un día antes de ser asesinado y su muerte nunca fue vinculada por la Policía con su actividad terrorista.
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