Venezuela convoca al embajador español por tachar Robles de "dictadura" el régimen de Maduro

El ministro de Exteriores venezolano critica las "insolentes" declaraciones de la ministra de Defensa

Albares respeta la "decisión soberana" del país caribeño

La Asamblea de Venezuela amenaza con romper relaciones con España mientras Sánchez se reúne con Edmundo González

Ramón Santos Martínez, embajador español en Caracas.
Ramón Santos Martínez, embajador español en Caracas. / Miguel Gutiérrez / Efe

El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, ha anunciado su decisión de convocar al embajador español en Caracas, Ramón Santos Martínez, y de llamar a consultas a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez, como respuesta a las "insolentes, injerencistas y groseras" declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que se ha referido al Gobierno de Nicolás Maduro como una "dictadura".

"El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, ante las insolentes, injerencistas y groseras declaraciones de la ministra española Margarita Robles, que apuntan a un deterioro de las relaciones entre ambos países, ha decidido llamar a consultas a la embajadora venezolana acreditada ante el Reino de España, Gladys Gutiérrez", reza un comunicado de Gil publicado en su cuenta de la red social Facebook.

Gil también ha indicado que el embajador español deberá comparecer este viernes en la sede del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores.

Robles ha realizado estas declaraciones durante su intervención durante el acto de presentación de la novela de Julia Navarro 'El niño que perdió la guerra', donde además ha recordado a todos los hombres y mujeres venezolanos que "han tenido que salir de su país".

El pasado miércoles, el Parlamento de Venezuela, controlado por el chavismo, propuso una resolución que espera aprobar para instar a Maduro a romper "todas las relaciones" diplomáticas, consulares, económicas y comerciales con España, luego de que el Legislativo de la nación europea, con el voto en contra del PSOE, acordara reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo.

El opositor, que llegó a Madrid el domingo, pidió asilo debido a la "persecución" que dijo sufrir después de las presidenciales del 28 de julio, cuya victoria oficial fue otorgada por el Consejo Nacional Electoral a Maduro, un resultado validado, posteriormente, por el Tribunal Supremo de Justicia.

Sin embargo, la oposición insiste en que el vencedor fue González Urrutia, una afirmación que sustentó en el "83,5% de las actas electorales" que asegura haber recabado mediante testigos y miembros de mesa el día de las votaciones, que -aseguró- otorgan la victoria al antichavista por un amplio margen.

No obstante, el Gobierno asegura que las actas, que fueron luego publicadas en una página web por la oposición, son "falsas". 

El Gobierno español evita la polémica

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha expresado su respeto a la "decisión soberana" de Venezuela de convocar al embajador español en Caracas y llamar a consultas a su representante diplomática en Madrid, a la vez que se ha abstenido de calificar al país gobernado por Maduro como una "dictadura".

"Convocar a un embajador, yo lo he hecho en varias ocasiones, y llamar a consultas son decisiones soberanas de cada Estado y por lo tanto no hay nada que comentar", ha indicado el ministro en una entrevista en RNE, donde ha recordado que trabaja para "tener las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela", del que el pueblo español se siente "tremendamente cercano".

Asimismo, ha evitado calificar a Venezuela como una "dictadura" y ha explicado que como no es ni "catedrático de derecho constitucional" ni "un politólogo", sino ministro de Exteriores, es "la última persona" que debe poner "cualquier tipo de calificativos", sobre todo de "un país hermano" el venezolano.

Las declaraciones de Albares se producen después de que Venezuela haya convocado al embajador español en Caracas, Ramón Santos, y haya llamado a consultas a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez, como respuesta a unas "insolentes, injerencistas y groseras" declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que en un acto el jueves se refirió al Gobierno de Nicolás Maduro como una "dictadura" al recordar el exilio de millones de venezolanos.

Las tensiones diplomáticas entre España y Venezuela tienen lugar horas después de que el candidato opositor Edmundo González, que se encuentra en España tras abandonar por deseo propio Venezuela para solicitar asilo, fuera recibido en la mañana del jueves por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa.

A esto se suma que el miércoles la Asamblea Nacional de Venezuela propuso una resolución para instar a Maduro a romper "todas las relaciones" diplomáticas y comerciales con España, después de que el Congreso de los Diputados, a instancias del PP, reclamara al Gobierno que reconozca a Edmundo González como presidente electo.

stats