El sumario revela que la sola presencia de Urdangarin llevaba dinero a Nóos
Juan Bautista Soler, ex presidente del Valencia, pagó 30.000 euros a pesar de que no había dinero en el club porque "se sintió obligado".
Los documentos y las declaraciones de imputados y testigos que figuran en la pieza del caso Palma Arena en la que se investigan las actividades del Instituto Nóos revelan que la mera presencia del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, decidía a entidades privadas y públicas de todo tipo a contratar con él. "La razón de la contratación del Instituto Nóos era básicamente porque Iñaki Urdangarin era su presidente", declaró al fiscal anticorrupción Pedro Horrach el presidente del Villarreal CF, Fernando Roig, que abonó 696.000 euros a la entidad a cambio de un informe de trece páginas sobre las posibilidades de esponsorización del estadio de El Madrigal.
Otro hombre de fútbol, el ex presidente del Valencia C.F. Juan Bautista Soler, se pronunció en el mismo sentido cuando se le tomó declaración como testigo, según los documentos del sumario. Soler explicó que fue convocado por la Consellería de Presidencia de la Generalitat valenciana a un acto en el teatro Príncipe Felipe en el que Urdangarin le habló a él y a otros empresario de "las bondades" de Nóos y de las necesidades económicas que tenían para sus proyectos.
El ex presidente valencianista comentó con otros asistentes al evento "que se trataba de un acto extraño, ya que no dejaban claro el objetivo final, ni para qué los querían", y añadió que tanto el hecho de que la convocatoria partiese de la Presidencia de la Generalitat como que luego apareciera Urdangarin hizo que a él y a otros "no les gustase, pensando que había algo de tufo". A pesar de ello, se reunió días más tarde con el duque de Palma y acordó colaborar económicamente con el instituto: "En el Valencia no había dinero, ya que la entidad estaba en pérdidas, por lo que el declarante no era partidario de dar dinero. No obstante, se sintió obligado, debido a que era Iñaki Urdangarin quien lo pedía, a darlo", se puede leer en la transcripción de su declaración.
Un tercer testimonio que revela el efecto de la presencia de Urdangarin es la de la ex directora de Gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (CACSA) Elisa Maldonado, que confesó que su jefe le ordenó amañar un informe para "vestir el santo" del contrato entre la Generalitat y el Instituto Nóos para la cumbre Valencia Summit. Según Maldonado, la decisión de rubricar fue del exdirector de CACSA José Manuel Aguilar porque "estaba detrás el señor Iñaki Urdangarin". En total, Nóos percibió unos 2 millones de euros del Valencia Turismo Convention Bureau y de CACSA, de los que algo más de la mitad, 1.044.000 euros, se fijó como "canon" para el instituto, un concepto cuyo fin Maldonado dijo no entender. "Entiendo que se pactaba desde las altas esferas lo que debía pagarse a Iñaki Urdangarin", aseguró a la policía.
La capacidad de Nóos para conseguir clientes queda también de manifiesto en un informe de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) sobre el dinero percibido por la entidad de entidades privadas. Ese informe revela que Nóos ingresó entre 2004 y 2008 un total de 4.183.919,24 euros procedentes de empresas de titularidad privada, entre las que -además de los dos clubes de fútbol ya citados- había aerolíneas, compañías de energía, firmas automovilísticas o la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
Entre los mejores clientes de Nóos figuran, según Hacienda, la inmobiliaria Ros Casares Espacios, que hizo dos pagos, en 2007 y 2008, de 336.400 euros; mientras que Volkswagen Audi abonó 431.797,24 euros en tres años; Telefónica 406.000 euros y Repsol YPF 275.856,80 euros. Por su parte, la SGAE, que hizo pagos a Nóos en cuatro años consecutivos -de 2005 a 2008-, abonó en total 401.843,32 euros.
El sumario revela también que la relación entre Urdangarin y Diego Torres -que continuó hasta 2008, cuando el duque de Palma ya residía en los Estados Unidos- no tuvo un final feliz, ya que el primero terminó por acusar a su socio de robarle, mientras que éste reprochó al marido de la infanta Cristina su escasa dedicación al Instituto Nóos. Así lo declaró el dueño de Lobby Comunicación Miguel Zorio, que dijo que entre mediados y finales de 2008 ambos le informaron de que habían discutido y se separaban. Una versión parecida ha dado Miguel Tejeiro, cuñado de Torres, que en su declaración afirmó que Urdangarin y éste "no acabaron bien" y tuvieron discusiones porque al segundo de ellos "no le sentó bien" que el duque de Palma dejase Nóos.
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