Más de cien subsaharianos saltan la valla de Ceuta
Inmigración
Siete guardias civiles han resultado heridos por quemaduras con cal viva
La Benemérita solicita más protección
Ceuta/Un total de 116 migrantes subsaharianos han entrado a las 09.00 horas de la mañana de este miércoles 22 de agosto a Ceuta a través de la valla fronteriza con Marruecos, dejando a siete guardias civiles heridos leves por quemaduras con cal viva que los asaltantes han utilizado para acceder a la ciudad autónoma.
Fuentes de la Delegación de Gobierno de Ceuta han informado a Europa Press de que uno de los agentes ha tenido que ser trasladado al Hospital Universitario de la ciudad, aunque su pronóstico es leve. De los siete agentes que han tenido que ser asistidos, dos han sido dados de baja para el servicio por las lesiones sufridas, según ha precisado la Guardia Civil.
"Para evitar que la Guardia Civil se acercara a la zona donde se estaba produciendo el intento de entrada irregular, los inmigrantes lanzaron contra los agentes recipientes de plástico con excrementos, sangre, cal viva y ácidos", han apuntado desde la Benemérita, que ha subrayado que las fuerzas auxiliares marroquíes "consiguieron controlar parte del elevado número de inmigrantes que pretendían acceder contribuyendo a reducir la intrusión".
Cinco migrantes atendidos
También cinco migrantes han tenido que ser evacuados al hospital de la ciudad desde el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) por las lesiones que presentaban ya que muchos de ellos presentaban profundos cortes en brazos y tórax. Tras acceder a Ceuta, los migrantes se han dirigido directamente a este centro que suma ya más de 1.300 acogidos, el doble de su capacidad máxima.
En esta nueva entrada, los migrantes han logrado esquivar a los agentes usando prácticamente el mismo método que en el salto masivo del pasado 26 de julio cuando lograron acceder a la ciudad 602 migrantes, según han apuntado las mismas fuentes.
En esta ocasión, han aprovechando la relajación de las fuerzas marroquíes al coincidir con la hora del rezo colectivo al aire libre, la Musal-la, que marca el inicio de la Fiesta del Sacrificio, festivo local también en Ceuta.
El salto se ha producido justo a la hora de la celebración del rezo colectivo que se celebra con motivo de la Pascua del Sacrificio o Fiesta del Cordero en Ceuta. Ha tenido lugar en la zona de Finca Berrocal, el mismo sitio por el que saltaron los 602 migrantes el pasado 26 de julio.
Según datos del Ministerio del Interior, hasta el 10 de agosto de este año se habían contabilizado 1.281 migrantes llegados a Ceuta por vía terrestre, es decir, entradas a través del salto del vallado pero también en los dobles fondos de vehículos y otras fórmulas. Casi 720 personas (el 44% del total de las entradas por esa vía) han accedido a Ceuta en el último mes, cuando se han producido el salto masivo del pasado 26 de julio (602 personas) y el de este miércoles (116).
La Benemérita pide más protección tras nuevo asalto
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) reclama más medios de protección para los agentes.
Solicitan que se les permita usar medios para el control de masas, como escudos que puedan repeler los productos que los inmigrantes arrojan contra ellos, y material antidisturbios, según explica la asociación en un comunicado. Una petición que ya realizaron el pasado 26 de julio cuando se produjo otro asalto masivo.
La AUGC teme que, de no reforzar los medios de los agentes, sus vidas puedan llegar a correr peligro en situaciones como la desencadenada este miércoles, en la que se ha empleado una gran violencia contra los agentes.
Cizallas, palos y objetos cortantes han sido algunos de los métodos que han llegado a emplear, además de cal viva, ácido de baterías y excrementos que han arrojado a los agentes.
La asociación alerta de que "estas prácticas cada vez más agresivas" ponen en riesgo la integridad de los guardias civiles que trabajan en el perímetro fronterizo y que cuentan "con un número y unos medios muy escasos".
Destaca además "la sensación de abandono institucional, rabia e impotencia" que crece entre los agentes y solicita que también "se solucionen los problemas que afectan a las cámaras de seguridad, el aumento del número de agentes en la zona y la dotación de vehículos y material adecuados".
Al margen de esta reclamación, la AUGC traslada su "apoyo y aliento en la labor, tan sacrificada como anónima, que realizan los guardias civiles que trabajan en territorios fronterizos" a pesar de no contar con los "medios materiales adecuados y con personal insuficiente para controlar la inmigración irregular".
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