El sindicato de maquinistas SEMAF denuncia el negocio de la formación con falsas expectativas de trabajo
Asegura que el objetivo de varios centros de formación es "únicamente obtener el dinero de los aspirantes (que llega a superar 22.000€ por curso) con formación precaria e información engañosa"
Los maquinistas solicitan a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria mayor rigor en el control y la autorización de los cursos
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El Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios, SEMAF, denuncia la proliferación de cursos oficiales de formación de maquinista, generando falsas expectativas de trabajo, con el único objetivo de ganar dinero, por encima de la seriedad y rigurosidad que requiere la profesión.
SEMAF, que representa a más del 85% de los maquinistas, ha detectado la afloración de numerosas escuelas ferroviarias, sin la experiencia docente, ni recursos materiales, ni programas formativos adecuados para afrontar una correcta preparación de los futuros maquinistas. “Su único objetivo es obtener el máximo beneficio posible a costa de promocionar falsas expectativas laborales, difundir información engañosa y jugar con las necesidades de las personas” afirma Diego Martín, Secretario General de SEMAF.
Fruto de esta práctica, SEMAF denuncia que se están generando dos fenómenos negativos para el sector: una bolsa de maquinistas recién licenciados que no encuentran salida laboral o que ven rebajadas notablemente las expectativas generadas; y otra bolsa importante de alumnos suspendidos en el examen de obtención de la Licencia de conducción, que realiza el Ministerio de Transportes, y que ven perdida la gran inversión económica (sobre 22.000€) que han realizado para cursar los estudios. En los últimos años los suspensos se sitúan entre el 30% y 40% del total de alumnos presentados en cada convocatoria.
En este segundo caso, los alumnos se ven en la tesitura de abonar un nuevo curso para tener la oportunidad de realizar nuevamente el examen, o perder toda la inversión. Con lo que los suspensos suponen un incremento del negocio de las escuelas ferroviarias, agrega el sindicato.
Que la Agencia sea rigurosa en la autorización de los cursos
SEMAF ya ha cursado información al respecto, en varias ocasiones, a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), organismo dependiente del Ministerio de Transportes, para "que sea riguroso en la autorización de los cursos". “Pedimos que estrechen el control y sean más rigurosos en la validación de los cursos. Este tipo de formación deficitaria es negativa para el ejercicio de la profesión y para garantizar la seguridad del sistema ferroviario”, explica Diego Martín.
Igualmente, denuncia que "el aumento en la autorización de cursos y escuelas de formación no se corresponde a las necesidades laborales del sector pues ya existe una bolsa de maquinistas a la espera de entrar en una empresa ferroviaria. Cada año obtienen la Licencia de conducción de vehículos ferroviarios cerca de 700 maquinistas más, una cifra superior a las necesidades de todas las compañías”, comenta el Secretario General del sindicato de maquinistas.
SEMAF denuncia que "otra mala práctica" que está proliferando en el sector a cargo de determinadas escuelas de formación, es la de asociarse con una empresa ferroviaria privada para ofrecer cursos ‘baratos’ de maquinista, financiados en parte por la empresa ferroviaria, con la condición de trabajar para dicha compañía, una vez que el alumno aprueba la Licencia. Estas ofertas esconden la aceptación de cláusulas laborales abusivas, bajo amenaza de sanción económica en el caso de renunciar al puesto.
“En este sentido, estamos prestando defensa legal a numerosos maquinistas, que desean salir de una empresa por las precarias condiciones laborales. Entendemos que se puede estar coaccionando, de alguna manera, para tener cautivo al empleado. No obstante, estamos ganando prácticamente todas las demandas”, argumenta Diego Martín.
El Ferroviario es un sector sensible a la seguridad, para garantizar que todo funciona correctamente y no se producen sucesos que haya que lamentar. Gran parte de esta seguridad reside en una formación de calidad a sus profesionales. El objetivo del sistema debe ser mejorar la formación y no precarizarla para priorizar el beneficio económico.
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