Sin rastro de la etarra Inés Del Río tras 13 días en libertad
No se ha dejado ver ni en casa de su hermana ni en su Tafalla (Navarra) natal, donde muchos vecinos ni la conocen.
Han pasado 13 días desde que la etarra Inés del Río Prada salió de la cárcel gallega de Teixeiro, casi dos semanas en las que la terrorista se ha mantenido invisible y no se ha dejado ver en público, ni siquiera en su pueblo natal de Tafalla (Navarra), una localidad de 11.000 habitantes donde muchos vecinos de su generación ni la conocen y donde ya no conserva lazos familiares directos.
La terrorista ha pasado 26 años en prisión en los que siempre se mantuvo fiel a las directrices que la banda imponía en prisión a su Colectivo de Presos. Fuentes penitenciarias recuerdan que era una interna reivindicativa que durante su estancia en prisión remitió decenas de escritos de queja o peticiones.
Presa reinvindicativa
Era habitual que manifestase su disconformidad por numerosos aspectos, entre ellos el horario establecido para el uso del polideportivo de la cárcel durante los fines de semana. En su expediente constan además hasta seis sanciones por motivos disciplinarios como participar en las protestas organizadas del EPPK. Llegó incluso a pedir su libertad condicional, pero se le rechazó.
Sus años en prisión -en los que nunca disfrutó de permisos de salida- sumados a los años que permaneció en la clandestinidad por su militancia en ETA hacen que Del Río estuviese cerca de tres décadas sin visitar su pueblo natal. Vecinos de Tafalla aseguran directamente no conocerla. Algunos ahora dedicados a la política municipal y que tienen la misma edad que la terroristas sostienen no haberla visto nunca.
El caso de la ex integrante del comando Madrid de ETA y autora de 24 asesinatos ha protagonizado muchas conversaciones estos últimos días en Tafalla. Algunos hosteleros locales aseguran que tampoco la conocen y, según dicen, son muchos los clientes habituales que mantienen no haberla visto tampoco o al menos no recordarla. En cambio advierten de que entre el séquito de seguidores y allegados que la acompañaba a su salida de prisión sí había al menos dos personas residentes en Tafalla.
Sus padres hace ya años que abandonaron también ese lugar y se retiraron a la localidad de Valtierra, con apenas 2.000 habitantes y situada a 75 kilómetros de Pamplona entre las Bardenas Reales y el Valle del Ebro.
Periodistas en su casa
Pese a que numerosos medios de comunicación y cámaras de televisión se desplazaron tras su excarcelación a todos los puntos geográficos con los que podía tener alguna vinculación, las únicas imágenes vistas hasta ahora siguen siendo las de su salida de prisión portando una ikurriña o sonriente en el asiento de atrás del coche que le llevó a su escondite.
Las fuentes consultadas recuerdan que Inés del Río ha quedado en libertad tras haber agotado su condena por lo que no tiene que hacer frente a ninguna medida cautelar ni control judicial o policial. No tiene ya ninguna causa pendiente con la Justicia por lo que la terrorista podría incluso abandonar España si ese fuese su deseo.
Lo único que se conoce de ella hasta ahora ha sido el recurso que ha presentado en contra de la decisión del Gobierno que ha bloqueado los 31.500 euros que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo condenó a pagar a la terrorista por haber estado cinco año más en prisión por la aplicación de la Doctrina Parot.
Tampoco ha recibido ningún homenaje de la izquierda abertzale como el tradicional Ongi Etorri con el que se recibe a los etarras que salen de prisión. Tampoco se conoce que se haya empadronado en ningún lugar en concreto como sí es el caso del segundo excarcelado tras la derogación de la doctrina Parot, Juan Manuel Piriz López, quien se ha empadronado en la localidad vizcaína de Portugalete.
Inés del Río Prada cumplió 55 años el pasado 2 de septiembre. Está emparentada con otro conocido etarra Vicente Goicoechea Barandiarán, alias Willy. En concreto, la hermana de éste está casada con un hermano de Inés del Río
Willy fue detenido el 6 de octubre de 2001 en la localidad francesa de Bourreac. Cuando fue juzgado manifestó su "orgullo" de pertenecer a ETA. Estaba considerado como uno de los responsables políticos de la banda junto con Mikel Antza. Natural de la localidad navarra de Alsasua, nació el 15 de febrero de 1959. También era el encargado de la redacción de los boletines internos de la banda (Zutabes).
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