Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
El PSOE rechaza que exista un acuerdo con las formaciones independentistas para llevar a cabo un amnistía a los implicados en el procès, tal como afirmó este mismo martes el líder de ERC, Oriol Junqueras. Fuentes de la dirección del PSOE niegan que ese acuerdo se haya producido y enmarcan estas declaraciones en la pugna entre ERC y Junts.
De este modo los socialistas desmienten a Junqueras, que este mismo martes dio por hecho que el acuerdo que su partido suscribió con el PSOE para la constitución de la Mesa del Congreso ya incluía la amnistía, al tiempo que avisó al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que su formación no renunciará a la unilateralidad.
En la cúpula del PSOE circunscriben estas declaraciones a la pugna dentro del independentismo, entre ERC y Junts, para ver quién lleva la voz cantante en las reclamaciones al PSOE, pues sus votos son necesarios para una hipotética investidura de Sánchez. Por tanto consideran que declaraciones del tipo de las de Junqueras no serán una excepción y se repetirán en los próximos días. "Vamos a escuchar mucho de esto", lamenta un alto dirigente socialista.
Aunque admiten que esta pugna entre los dos partidos catalanes complica el diálogo y la negociación y genera ruido, están convencidos de que no hará descarrilar el proceso que lleve a una investidura de Sánchez. A este respecto, las mismas fuentes se muestran optimistas y creen que finalmente Sánchez obtendrá la mayoría para ser presidente. "Tengo la intuición política de que habrá investidura", señalan. En cualquier caso, en el PSOE tienen claro que quieren preservar las conversaciones con Junts y tratar de que no esté condicionado por los mensajes que se cuelan desde ERC o incluso desde Sumar, que está siendo mucho más explícito que el PSOE al hablar de amnistía, una palabra que por el momento no se pronuncia en las filas socialistas.
Este punto lo confirman fuentes de uno de los socios parlamentarios del PSOE que aseguran que las negociaciones se están produciendo fundamentalmente entre PSOE y Junts y el resto de partidos entrará posteriormente para hacer sus aportaciones. Pese a todo, en el PSOE son conscientes de la dificultad y siguen sosteniendo que el partido del expresidente Carles Puigdemont todavía está en posiciones de máximos por las condiciones que ponen para dar apoyo a Sánchez, y por tanto debe rebajar sus expectativas. Según trasladan los independentistas tienen que "virar un transatlántico".
En la misma línea, admiten que el mensaje que lanzaron la semana pasada, rebajando la euforia sobre un acuerdo y abriendo la puerta a repetir elecciones, estuvo calculado y forma parte de la estrategia negociadora para dejar claro a Junts que están dispuestos a ir de nuevo a las urnas si es necesario. Por otro lado, consideran que una vez pase la investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, que se llevará a cabo el 26 y 27 de septiembre en primera votación y el 29 en segunda, el proceso para elegir a Sánchez será rápido. Piensan por tanto que una vez Feijóo fracase, el Rey encargará rápido la investidura a Sánchez y la elección no se demorará. "Cuanto antes mejor", subrayan.
Por otro lado, en el PSOE no se muestran preocupados por como se han desarrollado los acontecimientos en el debate de este martes en Bruselas, donde el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha defendido el uso en la UE del catalán, el vasco y el gallego. Finalmente no se ha producido una votación sobre el asunto, dado que varios ministros han pedido más tiempo para examinar la necesidad y el impacto de oficializar las consecuencias legales, prácticas y presupuestaria de llevar a cabo esa modificación de las reglas. En todo caso, las fuentes socialistas consultadas señalan que esperaban que no se produjera una votación. Albares ha ofrecido al resto de países de la UE aplazar el reconocimiento del euskera y del gallego y comenzar con la oficialidad del catalán, en un intento de superar las reservas de algunos socios por incorporar tres lenguas al mismo tiempo. Esta decisión, ha generado malestar en el PNV, que ha señalado que no ayuda a la investidura de Sánchez, que también necesitaría el apoyo de los nacionalistas vascos para volver a ser presidente. En este sentido, en el PSOE trasladan que entienden el malestar que ha producido en el PNV.
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