El préstamo del PSOE a ERC agrava la reticencia interna hacia Sánchez

Las explicaciones de Óscar López no convencen a los presidentes de Extremadura y Aragón, mientras que los de Andalucía, Valencia y Castilla-La Mancha optan por el silencio.

Óscar López, portavoz del PSOE en el Senado, ayer dando explicaciones.
Óscar López, portavoz del PSOE en el Senado, ayer dando explicaciones.
Juan M. Marqués Perales

16 de enero 2016 - 05:05

Las explicaciones que la dirección del PSOE ha dado al préstamo de cuatro senadores para que los independentistas catalanes formen grupos propios en la Cámara Alta no han convencido a los barones territoriales críticos con Pedro Sánchez. Esta vez el PSOE andaluz, liderado por Susana Díaz, ha optado por un elocuente silencio, aunque su portavoz parlamentario, Mario Jiménez, circunscribió la iniciativa a una decisión exclusiva de la dirección federal. "No la entramos a valorar", contestó Jiménez en el Parlamento ante las insistentes preguntas de los periodistas sobre si esta cesión suponía un acercamiento a ERC y Democràcia y Llibertat (DiL es la formación de Artur Mas) para lograr su apoyo a un Gobierno socialista o si entraba en colisión con lo aprobado por el comité federal, que aprobó por inmensa mayoría no autorizar negociaciones con quienes defienden la independencia o el derecho a la autodeterminación mientras no renuncien a ello. Sí habló el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, un hombre clave en el equilibrio de poderes entre Pedro Sánchez y los barones críticos: "En política hay cosas que se pueden explicar y se explican, y otras que son inexplicables, esto no lo entiendo". El presidente de Aragón, Javier Lambán, fue igual de claro al tildar de "indeseable" que el PSOE se acerque a los dos partidos que formaron Junts pel Sí.

Hay que recordar que en caso de repetición de elecciones, serán unas primarias las que elijan al candidato socialista a la Moncloa y los andaluces, por ejemplo, no han decidido su apoyo a Pedro Sánchez. Lo del Senado agrava unas reticencias que ya se vieron tras el 20-D.

El PSOE ha prestado cuatro senadores socialistas a ERC y DiL para que formen sendos grupos parlamentarios con dos argumentos: que es una práctica habitual y que los independentistas deben tener "voz" en el Senado. El portavoz socialista en la Cámara, Óscar López, pasó la noche del jueves y la mañana del viernes en los medios intentando aclarar esto. Es cierto que tanto PP como PSOE han prestado senadores, o diputados, a otros grupos, tales como el PNV o Coalición Canaria, pero solían ser aliados en otras instituciones. En cualquier caso, la diferencia es que ERC y DiL promueven ahora la segregación unilateral e ilegal de Cataluña. La decisión da razones a aquellos que opinan que Pedro Sánchez está buscando la abstención de estos grupos para ser investido presidente con el voto de Podemos. Sin el apoyo de Ciudadanos, que ayer pareció alejarse definitivamente, Sánchez sólo puede ser presidente con la abstención de los independentistas.

En el PSOE andaluz y en el Gobierno optaron por el silencio, aunque una fuente explicó el malestar, que también es compartido por los presidentes de Valencia y de Castilla-La Mancha. Pero los seguidores de Susana Díaz han optado por la prudencia. Lo que sí parece es que los andaluces no sabían lo del Senado; horas antes de conocerse, el número dos de Susana Díaz en el partido, Juan Cornejo, explicó a los periodistas que Sánchez había declarado que nunca se apoyaría en los independentistas. En realidad, su secretario general, en TVE1, dijo que no los buscarías. Matiz importante.

El Gobierno, por boca de la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, calificó lo sucedido de "muy preocupante" porque demostraría que Sánchez quiere un pacto con los independentistas para gobernar. El Sevilla, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, instó a Susana Díaz a que saliese de "su silencio cómplice". El préstamo de senadores sí fue defendido por dos socialistas andaluces de la dirección de Ferraz, Micaela Navarro y Antonio Pradas, que lo enmarcaron en un acto de normalidad parlamentaria.

stats