El nuevo Gobierno costará 1,5 millones de euros más

El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez cuenta con cinco ministerios más que el anterior y cuatro titulares más con rango de vicepresidentes, tres más que en la legislatura pasada. Sin embargo, la estructura del Gobierno no se amplía en esta proporción, ya que sólo habrá tres secretarios de Estado más. El aumento del coste está cercano al millón y medio de euros más al año.

Hay cinco ministerios que carecen de Secretaría de Estado, según el organigrama que publica el BOE del 12 de enero, que es el que desarrolla la composición del Gobierno. Sanidad, Consumo, Agricultura, Ciencia y Cultura no tendrán secretarios de Estado. Ciencia ocupaba antes una secretaría de Estado por sí misma.

El sueldo del presidente del Gobierno, según la última actualización, es de 82.978,56 euros brutos al año y el de ministro, de 73.211 euros. Si es vicepresidente, como le ocurre a Pablo Iglesias, el salario aumenta hasta los 77.991 euros. Hay ministros, como Juan Carlos Campos, titular de Justicia, que cobrará menos que en su cargo anterior, ya que sumaba el sueldo de diputado al de portavoz de la comisión de Justicia. También le ocurre al ministro de Seguridad Social, José Luis Escriva, que antes era el principal responsable de la Autoridad Fiscal Independiente.

El aumento del número de vicepresidentes y de ministros eleva la nómina del Gobierno en 380.000 euros anuales, a lo que hay que sumar el del incremento de los secretarios de Estado en tres. Estos cargos sí tienen dos pagas extraordinarias, con lo que el sueldo se aproxima a los 70.000 euros. Eso supone casi 600.000 euros. Faltan 10.000 euros para la cantidad.

Sin embargo, aún hay que sumar un buen número de personas en los terceros niveles. Hay seis subsecretarios y cinco secretarios generales nuevos en este Gobierno, más cinco asesores que se suman a la nómina. Entre éstos, el incremento se acerca a los 900.000 euros.

El actual Gobierno de Pedro Sánchez, el primero de coalición, es el segundo más numeroso de la democracia, sólo superado por el de Adolfo Suárez de 1979. El entonces presidente tuvo que ampliar el gabinete para dar cabida a las distintas familias de la UCD, en unos momentos en que su debilidad comenzaba a aflorar dentro de su partido.