Manuel Campo Vidal
La política española da el espectáculo
Juicio a los líderes catalanes
Ocho de cada diez españoles consideran que los líderes independentistas que serán juzgados a partir de esta semana vulneraron la ley en el intento fallido de secesión de Cataluña. Sin embargo, no existe el mismo consenso en lo que se refiere a la calificación de los hechos. Mientras que el 52% de la población estima que se trató de un delito de rebelión, –por lo que la Fiscalía solicita hasta 25 años de prisión para algunos de los juzgados–, el 28% de los españoles sostiene que no se cometió una infracción penal tan grave, según un sondeo de Metroscopia elaborado para este periódico entre el 4 y el 5 de febrero a partir de 1.571 entrevistas.
Una de las claves del juicio es que la Fiscalía sea capaz de probar que hubo actos de violencia y que los hechos encajan en la definición del delito de rebelión del Código Penal, que castiga a “quienes se alcen violenta y públicamente para, entre otros objetivos, declarar la independencia”.
El Ministerio Público basa su consideración en los “violentos sucesos” registrados ante la Conselleria de Economía el 20 de septiembre de 2017, donde una multitud impidió la salida de los agentes de la Guardia Civil tras practicar un registro, o las agresiones contra las fuerzas del orden público durante el referéndum soberanista del 1-O.
Cuanto más conservador es el electorado, más se decanta por la opción más severa. El 95% de los encuestados que declaran que votarán a Vox en las próximas elecciones generales cree que fue rebelión, seguido del 87% de los electores del PP y el 73% de los de Ciudadanos.
En cambio, los votantes socialistas se dividen casi a parte iguales entre el 44% que considera que fue rebelión y y el 47% que no valoran como un delito tan grave. Más división hay entre los simpatizantes de Unidos Podemos. Uno de cada tres cree que no hubo delito, mientras que el 51% señala que sí existió pero no de la gravedad de la rebelión. El supuesto más duro sólo es apoyado por el 11% de los electores de la formación morada.
Una mayoría clara, pero no tan abrumadora como la anterior, –el 56%, concretamente– considera adecuada la decisión de mantener en prisión preventiva a los políticos catalanes procesados. De nuevo se repite la poralización política vista anteriormente. El 93% de los votantes de Vox, el 86% de los del PP y el 80% de los electores de Ciudadanos sostiene que fue una decisión apropiada.
La percepción varía conforme se gira hacia el arco político de la izquierda. Los socialistas están divididos a partes iguales entre los que aprueban la medida y los que la rechazan. Entre los electores de Unidos Podemos hay clara unanimidad. Ocho de cada diez opinan que la prisión preventiva para los líderes independentistas es inadecuada.
Existe cierto consenso en la negativa a posibles medidas excepcionales de gracia a los procesados en caso de que haya una sentencia condenatoria. Sólo uno de cada tres españoles apoyaría un posible indulto a los líderes independentistas. Como contrapartida, el 57% de la población se decanta por el rechazo a que el Gobierno de Pedro Sánchez les indulte.
La orientación ideológica de los encuestados vuelve a determinar su perspectiva. Cuanto más conservador es, mayor es el rechazo al perdón a los procesados. En ese sentido, son los votantes de Vox los que se decantan con mayor claridad. El 84% de su electorado cree que no se deben considerar medidas excepcionales de gracia. Paradójicvamente se percibe un mayor rechazo al indulto entre los votantes de Ciudadanos –76%– que entre los del Partido Popular –70%–. Aunque la diferencia no es muy significativa, sí denota la especial sensibilidad que despierta el conflicto catalán entre el electorado naranja, posicionado abiertamente en contra de las tesis del nacionalismo.
Entre los votantes socialistas hay mayor acuerdo que en lo que se refiere a la prisión preventiva. La mitad de los simpatizantes del PSOE rechaza el indulto a los procesados. Esta visión supone un toque de atención al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Un posible perdón podría marcar la campaña electoral de las vitales elecciones locales, autonómicas y europeas previstas para el mes de mayo. Máxime si se convierte la convocatoria del 26 de mayo en un súperdomingo electoral con la coincidencia de comicios generales, ante las más que evidentes dificultades que tiene el Gobierno para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.
Los votantes de Unidos Podemos son los que apoyan con más contundencia el indulto a los líderes independentistas si son condenados. Dos de cada tres electores de la formación morada respaldarían el perdón, frente al 28% que aboga por rechazar las medidas de gracia.
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