Otra intrépida decisión de Zapatero
NO sólo el ex presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se ha quejado de que Zapatero tenga una cierta propensión por la gente joven para formar equipos en el PSOE o en el Gobierno. Un ex ministro y ex colaborador de Zapatero bromeaba días atrás en el patio del Congreso con la madre de un menor, a quien vaticinó que si su pequeño era sorprendido en más de una ocasión por el presidente del Gobierno podía entrar súbitamente en la nueva dirección socialista.
Leire Pajín no es ni muchísimo menos una niña. De hecho tiene una edad cercana a la que atesora Bibiana Aído, la ministra gaditana de Igualdad, y ha cosechado una gran experiencia como secretaria de Estado de Cooperación Internacional. Pero electoralmente procede de una Comunidad Autónoma, la Valenciana, en la que el PSOE no conoce la victoria desde que en 1995 Eduardo Zaplana derrotara a Joan Lerma.
En cualquier caso, su elección resulta una nueva acción intrépida de Zapatero, que ayer, rizando el rizo, la metió de lleno, para la sorpresa de propios y extraños, en la carrera sucesoria, junto a la actual ministra de Defensa, Carme Chacón, que es la preferida por el leonés o, al menos, eso decían los zapaterólogos.
Pero detrás de este nombramiento y otros similares, Zapatero esconde algo más de un furor renovador, a veces caprichoso y otras algo sectario, beneficiando a un grupo muy reducido de amigos y leales.
Algunas federaciones socialistas empiezan a cuestionar esta forma de proceder del líder socialista, que está deshaciéndose de personas de valía y experiencia con poco fundamento en demasiadas ocasiones.
Manuel Chaves, un líder histórico del socialismo español, intentó ayer con escaso éxito poner en la Ejecutiva alguna persona con experiencia, pero se encontró con la negativa de Zapatero, que es el dueño y señor de un partido con casi 130 años de historia.
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