Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
España
ERC y Junts han iniciado la semana de la ronda de consultas para la proposición de un candidato a la investidura en Cataluña reforzando sus exigencias sobre financiación, mientras arrecian las críticas del PP y el Gobierno se esfuerza en defender su plan de conjugar lo global con lo singular. Por un lado, la portavoz de ERC, Raquel Sans, ha subrayado este lunes que los republicanos apuestan por que Cataluña salga del régimen común de financiación autonómica, igual que Euskadi y Navarra, un recordatorio que ha lanzado ante "algunas maniobras para intentar liar" y para "evitar tentaciones de confundir".
Por otro lado, el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont denunció el "chantaje" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a ERC, al ligar una financiación singular para Cataluña a la investidura de Salvador Illa como president, y puso condiciones a un apoyo de Junts a los próximos presupuestos. La propuesta de "soberanía fiscal plena" que defienden los independentistas, o como suelen decir los portavoces de ERC controlar "la llave de la caja" de los recursos, significaría un modelo propio con el que Cataluña recaudaría y gestionaría todos los impuestos hasta casi 52.000 millones de euros.
Al PP esto le parece un "disparate", como lo calificó el portavoz de esta formación en la Asamblea madrileña, Carlos Díaz Pache, porque esa financiación, como argumentó el ex presidente del Gobierno José María Aznar, supondría que millones de españoles van "a pagar el golpe de estado" y además van "a financiar la irresponsabilidad administrativa de los gobernantes separatistas catalanes".
No olvidan, además, la coyuntura en la que se genera este debate, en la que, como señaló el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, Sánchez "va a decir que sí" a "cualquier cosa que le pidan sus socios catalanes" porque "o traga o cae".
Mientras en la misma línea el portavoz de Vox, José Antonio Fúster, dijo que "pactar a cambio de dinero es muy viejo" y recalcó que Cataluña siempre ha estado "sobrefinanciada", los gobiernos autonómicos del partido de Alberto Núñez Feijóo redoblan sus críticas. Entre ellos, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, denunció el "robo" que en su opinión se propone hacer el presidente del Gobierno con la financiación singular para Cataluña, y su homólogo de Murcia, Fernando López Miras, tachó de "barbaridad" jurídica y "escándalo" político la posibilidad de una financiación singular para Cataluña para favorecer la investidura del socialista Salvador Illa. A su vez, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo (CC), que gobierna con el PP, consideró "peligroso" confeccionar una financiación "a la medida de Cataluña", ya que podría "quebrar" las relaciones entre el Estado y las autonomías.
Por parte del Gobierno, ayer fue un ministro catalán el encargado de continuar con las explicaciones. El titular de Industria y Turismo, el socialista Jordi Hereu, manifestó que es "evidente" que Cataluña "necesita una mejora de la financiación", pero también defendió que esa mejora se puede lograr en el marco de la renovación pendiente del modelo para el conjunto de las autonomías.
Y desde la dirección del partido, la portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Esther Peña, rechazó la posibilidad de que haya un concierto económico para Cataluña, como asegura que defendió en su momento Feijóo, y abogó por una financiación singular para varias comunidades autónomas más allá de la catalana.
En cambio, en los territorios el PSOE nada entre dos aguas al abordar este asunto y, tras las críticas directas desde Castilla-La Mancha y Extremadura, ayer el consejero de Hacienda asturiano, Guillermo Peláez, aseguró que el Gobierno de Adrián Barbón seguirá defendiendo que el sistema de financiación tenga en cuenta "las singularidades de todas las comunidades".
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