Un empate de difícil gestión
Encuesta del CIS
El sondeo del CIS indica un escaso trasvase entre los dos bloques que se complica por la equidistancia que practican Podemos y los comunes.
La campaña electoral más trascendental y accidentada de las vividas en Cataluña ha comenzado con unas previsiones que apuntan a un empate en escaños de difícil solución, entre el bloque independentista y los no soberanistas, hasta el punto de que en algunos partidos se baraja la posibilidad de una repetición de los comicios si no pudiese elegirse un presidente. El sondeo del CIS, que se conoció este lunes, coincide en lo esencial con otras encuestas: los independentistas no lograrán la mayoría absoluta de los votos, es posible que tampoco los 68 escaños necesarios para elegir sin problemas a un presidente, pero la posibilidad de que haya un líder constitucionalista al frente de la Generalitat es remota a causa de la actitud de Podemos y los comunes de Ada Colau. Cataluña En Común, que así se llama la coalición de izquierdas, no desea la independencia, pero sí el referéndum de autodeterminación. Según el CIS, Inés Arrimadas, de Ciudadanos, sería la ganadora de estos comicios, con el 22% de los votos y 31 ó 32 escaños, pero necesitaría el apoyo en su investidura del PSC, En Comú y el PP.
Las elecciones del 21 de diciembre tendrán una doble lectura. Una será el color del nuevo Gobierno, pero no más importante será la medición de las fuerzas. A largo plazo, y por lo que corresponde a España, será trascendental que los independentistas no alcancen la mayoría absoluta ni en votos ni en escaños. Si además fuese Ciudadanos la formación más votada, el pinchazo soberanista sería tremendo, con independencia de si Inés Arrimadas logra ser investida presidenta. El partido naranja nació en Cataluña como reacción a la visión monopolista del catalanismo, no se trata de una formación, como el PSC, que aúna a las posturas más templadas entre ambos bandos, sino a unas siglas claramente españolistas.
En estos momentos, ERC, Junts per Catalunya (JxC) -que es la lista de Puigdemont- y la CUP se sitúan al borde de la absoluta en escaños, pero no en votos. El CIS, cuya encuesta se realizó entre los días 23 y 27 de noviembre, da a ERC el segundo puesto, con 32 escaños, los mismos que a Ciudadanos, aunque su porcentaje de apoyo es algo menor, del 20%. La provincia de Barcelona, donde se concentra el apoyo a los naranjas, tiene su representación disminuida, ésa es la causa por la que a los constitucionalistas les cuesta más votos el escaño. JxC obtendría de 25 a 26 escaños y la CUP, nueve, con lo que los tres partidos se quedan en 67. Si es así, necesitarían de Podemos para convertir en presidente a Carles Puigdemont o a Marta Rovira, la posible candidata de ERC, ya que Oriol Junqueras va a seguir en prisión.
El bloque independentista tampoco es tal bloque. Puigdemont va por su cuenta en una lista donde participa el PDeCAT, pero que no es el PDeCAT, y su programa pasa por que él siga siendo el presidente de la Generalitat, aunque esté huido en Bruselas. En principio, el acuerdo pasaría, si tuvieran mayoría, por investir a Marta Rovira (ERC) como presidenta, aunque ésta reconocería como "legítimo" al líder fugado.
No obstante, a éstos le seguiría haciendo falta la CUP, y los anticapitalistas no harán presidente a nadie que opte por abrir vías de diálogo con el Estado. Su candidato, Carles Riera, sólo dará su voto a quien apuesta por la "unilateralidad". ERC ha virado su posición rupturista hacia una estrategia a más largo plazo, de modo que seguiría hablando de independencia, pero como un objetivo para 10 ó 15 años. Eso complicaría la elección de un presidente de ERC.
Tampoco hay consenso en el bloque no independentista. A Podemos y En Comú ya no se les puede calificar de constitucionalistas, no van a facilitar la elección de un presidente del PSC o de Ciudadanos. Es improbable que los de Xavi Domènech, el candidato de En Comú, faciliten la elección de Arrimadas, aunque fuese mediante abstención. El PSC de Miquel Iceta sigue subiendo, pero se queda como cuarta fuerza, con 21 escaños, según el CIS, mientras que En Comú bajaría hasta los nueve asientos, y el PP se tendría que conformar con siete. Entre Iceta y Arrimadas podrían llegar a un acuerdo. Aunque sería escaso, contarían con el PP, pero les seguiría faltando en apoyo de los comunes.
La repetición electoral es una posibilidad real. En el PDeCAT cuenta tanto con ello que sería el motivo del paso atrás que ha dado su coordinadora general, Marta Pascal, que no figura en las listas. Pascal, mujer de confianza de Artur Mas, se reservaría, así, para unas elecciones en la que el partido acudiría con su siglas y con la ausencia de Puigdemont.
Dos de los candidatos de estas elecciones seguirán sin hacer campaña sobre el terreno. Puigdemont permanece huido en Bruselas, aunque el 14 de diciembre los jueces decidirán si ejecutan la euroorden y lo envían al Tribunal Supremo. Si así fuese, sería encarcelado. En esa situación quedará también Oriol Junqueras, candidato de ERC, que tendrá que afrontar ahora un largo periodo de prisión, por lo que ninguno de los líderes de estos dos partidos será investido presidente.
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