La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
El soldado Alfonso Jesús Cabezuelo y el guardia civil Antonio Manuel Guerrero, dos de los miembros de La Manada condenados a 9 años de cárcel por abusos sexuales a una joven en los Sanfermines de 2016 no serán expulsados de sus respectivos cuerpos hasta que haya sentencia firme, aunque siguen suspendidos.
Fuentes del Ministerio de Defensa y de la Guardia Civil han explicado a Efe que la situación de ambos condenados, en la prisión militar de Alcalá Meco, fueron suspendidos de sus funciones cuando fueron detenidos días después de los hechos.
Así, Alfonso Jesús Cebezuelo cesó en su destino de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Sevilla, conforme al artículo 111 de la carrera militar, y Antonio Manuel Guerrero, en prácticas en el puesto de Pozoblanco (Córdoba), también fue revocado de su destino por decisión del director general del cuerpo el 11 de julio de 2016.
La situación actual se mantendrá en tanto en cuanto no exista sentencia firme y perciben, tal y como contempla la ley, el 75 por ciento de sus retribuciones básicas.
En el caso del militar la condena supone además que no pueda ascender. Mientras, el agente del instituto armado ni siquiera había concluido el periodo de un año de prácticas preceptivo al terminar la formación en la academia.
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