Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
Gibraltar vuelve a estar en el ojo de la tormenta. Hace unos días, la organización Verdemar – Ecologistas en Acción emitía un comunicado para denunciar que la colonia británica iba a transportar piedras desde Casares y Manilva (Málaga) con el fin de construir una escollera y ganarle terreno al mar para un proyecto urbanístico.
Ante esta situación, advertía también que se mantendría vigitalnte de los “nuevos rellenos” al este del Peñón, una zona de Especial Conservación en el Estrecho Oriental. Ahora bien, ¿cuál es la postura del Gobierno central de España ante esta situación? Por el momento, aún no se ha pronunciado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación mantiene un silencio sepulcral, aún con la llegada de camiones cargados de piedras y materiales de construcción a Gibraltar. Estos vehículos, una vez reabastecidos en las localidades malagueñas, están entrando desde España por la Aduana de La Línea de la Concepción. Asimismo, es más llamativa aún la quietud del ejecutivo de Pedro Sánchez si tenemos en cuenta que se trata de aguas que están bajo la soberanía y jurisdicción españolas.
En este sentido, es preciso señalar que el Tratado de Utrecht, firmado en 1713, recoge que España cedió a Gran Bretaña la ciudad y el castillo de Gibraltar, con su puerto, defensas y fortalezas, pero no el istmo sobre el que está el aeropuerto del Peñón ni las aguas que lo rodean.
Además, en años anteriores el gobierno español sí había reclamado al Reino Unido que paralizase otros rellenos similares acaecidos en la misma zona. Y es que, en el año 2013, emitió una nota verbal de protesta en la que instaba al gobierno británico a detener las obras por considerarlas “inadmisibles” conforme al derecho internacional e incompatibles con el ya citado Tratado de Utrecht.
Por su parte, el alcalde de Algeciras y también senador, José Ignacio Landaluce, sí ha hecho constar su desacuerdo ante el proyecto urbanístico que le está robando terreno al mar y ha solicitado al Gobierno central que se posicione oficialmente sobre esta situación y las repercusiones de los nuevos rellenos, así como también le ha acusado de "mirar para otro lado".
"No sólo hablamos de una cuestión ambiental de primera magnitud, ya que el ejecutivo de la colonia británica está alterando una zona de especial conservación y altísimo valor natural, sino que Gibraltar está expandiendo su territorio a costa de unas aguas que consideramos españolas, violando tanto lo establecido en el Tratado de Utrecht como en cualquier legislación internacional sobre la materia", afirma Landaluce a través de un comunicado de prensa.
Del mismo modo, la asociación Vermer - Ecologistas en Acción explica que "las piedras de la escollera servirán para el proyecto Eatside y desmontarán casi 5.000 toneladas para llevar a cabo espigones y transformar el frente litoral". Por último, menciona también que "Gibraltar lleva años intentando traspasar especies protegidas como la Patella Ferruginea en esa zona".
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