El fiscal general ve "intolerables" las exigencias de los presos etarras

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido considera "intolerable" el comunicado del colectivo de presos de ETA adhiriéndose al llamado Acuerdo de Guernica para abandonar la violencia a cambio de una amnistía y la independencia. "Me parece una vergüenza, sinceramente", dijo.

A su juicio, la sociedad tiene que seguir insistiendo en la disolución de la banda terrorista: "Lo único que esperamos es que ETA se disuelva sin ningún tipo de condiciones. Y mientras eso no suceda, seguiremos luchando con todo rigor contra los que estén cerca de ETA".

Conde Pumpido hizo estas declaraciones en el Congreso, poco después de entregar al presidente de la Cámara Baja, José Bono, la memoria anual de la Fiscalía, presentada en la apertura del Año Judicial.

Estas valoraciones del fiscal general contrastan con el optimismo que mostró ayer al respecto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien calificó la adhesión de los presos de ETA al Acuerdo de Guernica como un "paso significativo hacia el final de la violencia".

El líder del PP, Mariano Rajoy, declaró que comparte la valoración del fiscal general sobre la misiva de los reclusos etarras y señaló que no aprecia "cambios sustanciales" en el anuncio.

Rajoy, que hizo estas declaraciones en rueda de prensa para hacer balance de la legislatura, subrayó que lo "decisivo" es un comunicado de ETA "diciendo que se disuelven y dejan de ser una organización criminal". Para Rajoy, "cuando alguien se erige en juez de los demás y les priva de sus libertades y derechos fundamentales, ese alguien es el que tiene que moverse anunciando que deja de hacerlo y disolviéndose". Mientras esto se produce -agregó el presidente del PP-, el Gobierno, los demócratas y la sociedad española "lo que tienen que hacer es actuar como hasta ahora".

La dirigente de Batasuna Jone Goirizelaia explicó ayer por su parte que la adhesión de los presos etarras al Acuerdo de Guernica significa que le piden a la banda que el cese de los atentados sea verificable y definitivo, aunque pidió que no se "presione" a ETA a la hora de adoptar esa decisión.