Felipe VI concede a la reina Sofía el Toisón de Oro por "su dedicación y entrega" a España y a la Corona
El Monarca sólo ha entregado una distinción como ésta en sus diez años de reinado: a la princesa Leonor el 30 de enero de 2018
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Felipe VI ha concedido a su madre, la reina Sofía, el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro, en un gesto para reconocer públicamente "su dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona", según publica en la mañana de este viernes el Boletín Oficial del Estado (BOE).
"Queriendo dar testimonio de mi real aprecio a Su Majestad la Reina Doña Sofía y reconocer públicamente su dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona. Oído el Consejo de Ministros, vengo en conceder a mi madre, Su Majestad la Reina Doña Sofía, el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro", se lee en el real decreto, con fecha el 29 de octubre de 2024.
El Toisón de Oro nació como Orden de Caballería creada por 1429 por el duque Felipe de Borgoña y ha estado muy ligada a la monarquía española, primero en los austrias y después en los borbones. Su gran maestre es el Rey de España. De hecho, es tradición que el Príncipe de Asturias forme parte de la orden del Toisón. El propio Felipe VI lo recibió de su padre a los 13 años.
El de la Princesa Leonor era hasta ahora el único Collar de la Orden del Toisón de Oro concedido por Felipe VI desde su proclamación como Rey en 2014 (no es una condecoración del Gobierno, sino una distinción del monarca). Apenas una veintena de personalidades poseen esta distinción.
La distinción consta de un collar de oro con las armas de los duques de Borgoña, del cual cuelga el mítico vellocino de oro, regalo de los dioses que garantizaba prosperidad y símbolo del heroísmo a partir de la gesta de Jasón y los argonautas.
Sus símbolos fundamentales son el carnero de oro que pende del collar y la doble 'B' que forma cada uno de sus eslabones, dos letras enfrentadas como pedernales de las que surgen llamas en representación del fulgor y la rapidez en la guerra.
Al no tener carácter hereditario, debe ser devuelto a la muerte del titular que lo posea.
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