El envío a Ucrania de tropas desune a las potencias de la UE
Sánchez exige mecanismos mancomunados para financiar la seguridad europea, pide que "no haya un nuevo cierre en falso" del conflicto y cree que "es pronto" para hablar del envío de militares a la zona

La cumbre informal y urgente celebrada en París y organizada por Emmanuel Macron con las principales potencias de la UE, además del Reino Unido, para abordar un plan de paz para Ucrania alternativo al auspiciado por Estados Unidos y Rusia desembocó en un aplazamiento al posible envío de tropas de paz europeas a la zona de conflicto debido a la desunión entre los participantes de esta cita en El Elíseo.
Los reunidos son conscientes del momento delicado de la situación para Europa, que queda debilitada por la sacudida desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump, al anunciar que dialogará con Vladimir Putin, a través de sus dos cancilleres, a partir de este martes en Abu Dhabi.
Los mandatarios de Francia, Alemania, Italia, España, Polonia, Países Bajos, Dinamarca y el Reino Unido, junto con los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el Consejo Europeo, Antonio Costa, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se vieron en París para discutir los últimos movimientos de Trump respecto a Ucrania y la manera de garantizar la futura arquitectura de seguridad europea en el caso de que EEUU rompa definitivamente el vínculo transatlántico. Europa, en definitiva, necesita un plan para Kiev y para su propia seguridad.
El envío de tropas de paz no generó gran consenso en la reunión y supondrá toda una prueba para la unidad de los afines a Kiev. Por ahora, sólo Francia y el Reino Unido se han mostrado dispuestos, mientras que Alemania, Polonia o España creen que es prematuro ponerlo sobre la mesa o son más partidarios de contribuir con otras cuestiones logísticas. Además, sin el apadrinamiento de Estados Unidos o algún respaldo del sistema de mando de la OTAN las reticencias a formar esa coalición son grandes. Europa todavía no ha digerido que Washington está cada vez más lejos.
El presidente español, Pedro Sánchez, afirmó que la seguridad en la UE debe ser considerada como “un bien público” y por tanto deben existir “mecanismos mancomunados comunitarios para poder financiarla”, más allá de flexibilizar las reglas fiscales para aumentar el gasto en defensa, una medida que aplaude pero considera insuficiente. Insistió en que España está comprometida a alcanzar el 2% del PIB.
El jefe del Ejecutivo dio la “bienvenida” a la “oportunidad” que brindan las conversaciones de paz anunciadas por EEUU pero dejó claro que hay tres líneas rojas que se deben cumplir: contar con Ucrania y la UE, que refuerce el orden multilateral y el Derecho Internacional y que tenga como resultado “una UE más fuerte”. Sánchez defendió que tiene que ser “una paz justa y duradera” y no un “nuevo cierre en falso”, como ya ocurrió con la anexión de Crimea por parte de Moscú, y que “nos podamos encontrar dentro de unos años con una crisis aún mayor”.
El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que es el “momento erróneo” para debatir sobre el envío de tropas de paz a Ucrania y abogó por mantener el apoyo militar a Kiev, financiándolo de ser preciso con créditos. “Estos debates me sorprenden. Se está hablando a espaldas de los ucranianos sobre los resultados de unas conversaciones que no se han producido, que Ucrania no ha consentido y en las que no está invitada a la mesa”, dijo.
Von der Leyen y Costa afirmaron que Ucrania “merece” una paz que respete su “independencia, soberanía e integridad territorial” y que esté respaldada de “fuertes garantías de seguridad”. “Europa aporta la totalidad de su ayuda militar a Ucrania. Al mismo tiempo, necesitamos un aumento de la defensa en Europa”, añadieron.
Asimismo, Rutte subrayó que Europa está “preparada y dispuesta” para dar “un paso adelante” y “liderar” en las garantías de seguridad para Ucrania, así como a invertir “mucho más” en defensa.
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