Casi la mitad de los votos nuevos del PP procedieron de Andalucía

Antonio Sanz, secretario general del PP andaluz, no es hombre que escatime en el uso de calificativos agigantados sobre la obra de los propios y los errores del adversario. Quizá ayer fuera de las veces que ha sido más justo en la medida, sobre todo en los términos en los que glosó la victoria del PP en las elecciones y los resultados en Andalucía. Como es lógico, el dirigente popular puso el foco en las luces, y no en las sombras, que también las hubo (no se alcanzó el vuelco en Sevilla ni la distancia fue tan abismal como pronosticaron las encuestas).

Entre los logros enfatizados por Sanz se encontró el cimiento andaluz que aupó a Mariano Rajoy a la apabullante victoria: de los 552.683 votos nuevos que logró el PP con respecto a 2008, 260.267, el 47%, procedió de votantes andaluces. Estos datos llevaron a "un vuelco electoral sin precedentes", el "hito histórico" de 1,8 millones de electores del PP en Andalucía, y la confirmación de la "transformación definitiva" de una comunidad "abierta al cambio político".

El PP traza una ruta ascendente que comienza en las elecciones municipales y que ha crecido en seis puntos (del 39,6% al 45,4%) desde mayo, un crecimiento "imparable", según Sanz, que desembocará en la llegada de Javier Arenas a la Presidencia de la Junta. "Este partido es ya fronterizo con el PSOE y está claro que ha habido un trasvase muy importante de votantes socialistas hacia el PP", dijo Sanz.

El PP hizo una traslación de los resultados de las generales a las autonómicas casi idéntica a la publicada ayer por este periódico. El PP lograría 58 diputados (la mayoría absoluta en el Parlamento está en 55), el PSOE obtendría 44, IU seis y uno UPyD. Sanz también dijo que no reclamarán que Rajoy nombre ministros andaluces y se mostró convencido de que el próximo presidente del Gobierno satisfacerá las reivindicaciones andaluzas.