El verdadero efecto Aguilar
El valor de la ministra se pone a prueba en unas elecciones en las que el PP parte como favorito en los sondeos
Con la excepción de las elecciones de 2000, que el PP ganó las por unas décimas, el Partido Socialista se enfrenta a las generales del domingo por primera vez con unas perspectivas sombrías en la circunscripción de Córdoba. La decisión de que Rosa Aguilar, alcaldesa de la capital por IU entre 1999 y 2009, encabezase las listas para el Congreso adquiere un fuerte valor político. El escrutinio permitirá conocer hasta qué punto es capaz el tirón de la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino de resistir el crecimiento popular que se ha trasladado a los estudios demoscópicos.
En Córdoba se eligen seis diputados desde las elecciones de 2008 frente a los siete tradicionales por un decremento de la población. Esa reducción del número de cargos electos obliga a que la distancia entre el primer y el segundo partido político a fuertes diferencias de voto para que eso se traduzca en un mayor número de diputados. El PSOE lo consiguió en 2008 cuando la lista encabezada por Carmen Calvo y Miguel Ángel Moratinos obtuvo cuatro diputados por dos del PP, que presentaba a otro ex alcalde de la capital, Rafael Merino.
Córdoba es, en esta ocasión, plaza disputada. Mariano Rajoy abrió campaña en la ciudad, que votó masivamente PP en las municipales. Alfredo Pérez Rubalcaba tuvo mitin y el PSOE trajo a Felipe González a un almuerzo conferencia que tuvo más de reflexión que de encuentro electoral clásico. Aguilar ha tenido un papel destacado. Rubalcaba dijo que, en caso de gobernar, la nombraría ministra. "Yo la vi primero", le contestó el candidato por sms a Rodríguez Zapatero, que veía el mitin por señal interna y le hizo llegar su complacencia con el discurso desarrollado por la ex alcaldesa desde el atril.
El PP, por su parte, se ha aferrado a un valor de partido. Presenta a Federico Cabello de Alba, alcalde de Montilla contra pronóstico y secretario general de la formación política. El candidato al Congreso fue designado como número uno de la lista de forma pacífica frente a la decisión del PSOE de apostar por Aguilar, que contó con la oposición expresa de Carmen Calvo. La ex ministra de Cultura decidió dejar la política antes de compartir lista con una persona con la que, dijo, ha tenido profundas diferencias personales y políticas.
Cabello de Alba ha optado por una estrategia electoral ortodoxa, defendiendo la marca PP, mucho mensaje económico y trabajándose los municipios con menos población, que es donde los populares pinchan siempre. Aguilar, que ha compatibilizado la campaña con su agenda ministerial (llegó de China para la pegada de carteles y ayer mismo estuvo en Bruselas), ha estado más presente en la capital aprovechándose de su conocimiento del terreno. Ha explotado el discurso más izquierdista del PSOE, en los derechos de la mujer, en la regresión de las libertades civiles, en la cuestión agraria. Su elección hizo verdaderamente complicado que el PSOE apelara al voto útil tras la marcha de Aguilar de IU.
La reducción de diputados ha supuesto también menos posibilidades para los partidos menos votados. El tándem IU-PCE tuvo diputado por Córdoba hasta las elecciones de 2004. El escaño al Congreso era tan seguro que el partido mandaba ilustres cuneros como Ignacio Gallego o Enrique Curiel. IU tuvo en la provincia a su único senador electo, Rafael García Contreras, hombre cercano a Julio Anguita. La federación dice que puede recuperar ese escaño aunque los números aseguran que es muy complejo. Presenta al maestro Bartolomé Caballero. El PA intenta hacerse un hueco en ese panorama y, con muy pocos medios, ha presentado a dos independientes, Antonio Manuel Rodríguez y Sebastián de la Obra.
En el Senado, PP y PSOE presentan a dos mujeres bien distintas. Los populares han designado como cabeza de lista a la presidenta nacional de Nuevas Generaciones, Beatriz Jurado, concejal en Córdoba y valor en alza dentro del partido. Los socialistas apuestan por Maribel Flores, una veterana militante del PSOE y del sindicato UGT.
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