Resultados Generales: Ciudadanos se hunde y pasa de tercera a sexta fuerza

Cs pierde dos millones y medio de votos respecto al 28-A

Rivera se resiste a dimitir y anuncia un congreso extraordinario

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, durante la valoración electoral del partido este domingo por la noche en Madrid.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, durante la valoración electoral del partido este domingo por la noche en Madrid. / Mariscal (Efe)
Roberto Pareja

11 de noviembre 2019 - 07:03

"Nosotros nacimos como los salmones, remontando el río". La suya ha sido una campaña contracorriente. Como casi toda su trayectoria. Y eso que fue recibido con los brazos abiertos por el establishment, conformándose como una especie de Podemos por la derecha. Pero el salmón ha acabado en el fondo del río. La hecatombe que anunciaban los sondeos a la candidatura que lidera Albert Rivera está servida en votos contantes y sonantes y ha pasado de tercera a sexta fuerza parlamentaria, de 57 a 10 escuálidos escaños, dejándose en el camino casi tres millones de votos en seis meses con su mareante estrategia, que ha pasado del no es no a Sánchez no es noa un abanico de posibilidades cual pavo real en unos meses.

El partido naranja recibió este domingo el apoyo de más de 1.600.000 electores, en lacerante contraste con la convocaría electoral del 28-A, cuando recolectó más de cuatro millones de papeletas.

Y media cúpula de la formación naranja se queda sin escaño: José Manuel Villegas, el secretario de Organización, Fran Hervías; el secretario de Acción Institucional, José María Espejo, etc.

La cuna catalana

Ciudadanos arrancó en Cataluña con tres diputados, que se fueron multiplicando por todo el territorio nacional, hasta los 57 que logró el pasado 28 de abril. "A mí no me gustan las cosas fáciles", arrancó Rivera el viernes en el mitin de cierre de campaña, en casa, en el palacio de congresos de Barcelona, ante más de un millar de simpatizantes. Lo suyo han sido los pequeños aforos, hasta en bares ha mitineado. Inés Arrimadas, su ticket electoral por Barcelona, lo antecedió desafiante ante las encuestas que anticipaban al partido un desplome en las urnas: "¿Qué se creen, que es tan fácil acabar con Ciudadanos? Lleva el nacionalismo intentándolo 13 años y no lo ha conseguido. A alguno se le va a atragantar la cena el domingo, y empieza por Pedro y acaba por Sánchez", auguró Arrimadas, que fue increpada este domingo cuando votaba por un grupo de independentistas con gritos de "Libertad presos políticos" o "En prisión tendrías que estar tú".

Pero la cena se le atragantó finalmente a Rivera, que pidió en el cierre de campaña el voto a liberales, moderados y "valientes". Rivera no ha sido esta vez profeta en su tierra y ha perdido tres de los cinco escaños que obtuvo en abril en las inflamadas tierras catalanas.

El desplome también ha sido particularmente doloroso para Ciudadanos en Andalucía, donde ha pasado de 11 a tres escaños, desapareciendo del mapa en Granada, Córdoba, Huelva, Jaén, y Almería, fagocitados por Vox, mientras mantiene un escaño en Sevilla, Málaga y Cádiz, provincias en las que tenía un par.

Ciudadanos se conjuró esta campaña para movilizar a sus propios votantes. En la cúpula cifraban en dos millones los electores que en abril eligieron la papeleta naranja y que ahora dudaban si volver a hacerlo. Guerra a la volatibilidad. Todo tipo de teorías circulaban sobre el porqué de esa desmovilización.

Vox se erige como destinatario de buena parte de los desertores, como el PP y la abstención.

¿Qué ha pasado?

El partido naranja se ha quedado desdibujado y tan solo mantiene escaños en Madrid (3), Andalucía (3), Comunidad Valenciana (2) y Cataluña (2).

Este domingo electoral se preguntaban en la sede de Alcalá qué les ha podido pasar. Ciudadanos se asemeja a un cero a la izquierda. El naufragio pone en la picota a Rivera. El número uno cuenta con el control del partido y la formación está plenamente identificada con el único líder que ha tenido en sus 13 años de existencia. Y, por eso, se resiste como gato panza arriba a tirar la toalla. Entre especulaciones sobre su dimisión tras el batacazo, Rivera compareció anoche para proponer un congreso extraordinario.

Del sorpasso frustrado por la derecha al PP en abril al manual de supervivencia en noviembre. parece improbable que dimita, pero Inés Arrimadas debe estar calentando motores...

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