Congreso de los diputados.
Congreso de los diputados.
R. D.

10 de noviembre 2019 - 09:40

La Ley D'Hont es un sistema electoral creado por un jurista belga a finales del siglo XIX y que está contemplado en la Constitución de 1978 como el sistema vigente en España.

Se trata de un sistema de proporcionalidad, que reparte los escaños que obtiene cada partido tras las elecciones, pero lo hace de forma proporcional por provincia, sin tener en cuenta el voto total.

El mapa electoral español está dividido en 52 circunscripciones y cada una de ellas tiene asignado, según su población, un número fijo de escaños.

Pero, ¿cómo funciona?

Pongamos por caso cualquier provincia española con cinco escaños atribuidos. ¿Cómo se repartirían esos escaños entre todos los votos emitidos en ese lugar?

Habría que dividir el número de votos conseguidos por cada partido político entre uno, dos, tres, cuatro y cinco (que es el total de los escaños que cuenta). Las cinco mayores cifras de esas divisiones serían quienes ocuparían en el parlamento los escaños asignados.

Es decir, si los votos conseguidos por el partido A fueran 5.000, habría que dividir esa cifra por uno (5.000), por dos (2.500), por tres (1.666,66), por cuatro (1.250) y cinco (1.000). Si los votos conseguidos por el partido B fueran 4.000, se haría lo mismo. 4.000, 2.000, 1.333,33, 1.000 y 800 serían los resultados al dividir el total de votos de ese partido por las cifras de esa circunscripción. Si el partido C hubiera obtenido 1.000 votos, los resultados al hacer las divisiones serían 1.000, 500, 333,33, 250 y 200. Y así sucesivamente con el resto de partidos.

Al final, las cinco mayores cifras obtenidas en todas y cada una de las divisiones, se llevaría los cinco escaños que tiene la provincia. Es decir, en el ejemplo anterior el partido A obtendría tres escaños (debido a las cifras 5.000, 2.500 y 1.666,66) y el partido B ganaría los otros dos (por el resultado obtenido en las divisiones de 4.000 y de 2.000).

Los mil votos del partido C no le hubieran servido para obtener representación alguna.

¿A quién beneficia este sistema?

Pues debido a sus características, la Ley D'Hont favorece principalmente a los grandes partidos y a los que tienen mucha representación en zonas pequeñas.

Es decir, los partidos nacionalistas de las diversas comunidades autónomas, con amplia representación en algunas provincias, consiguen hacerse con escaños, mientras que partidos con vocación nacional y con el voto repartido por todo el territorio quedan con una menor presencia en el parlamento.

¿Cómo es el reparto por provincias?

En España existen 350 diputados, que provienen de las 52 provincias españolas, aunque con cifras muy diferentes según la población. Salvo Ceuta y Melilla, que solo tienen un escaño cada una, las demás provincias poseen al menos dos diputados.

Soria y Madrid estarían en los extremos. Mientras que la provincia menos poblada envía al parlamento a dos diputados, la capital de España envía a 36. La consecuencia es que en Madrid, para lograr un diputado se necesitan más de 100.000 votos, en Soria hacen falta apenas 25.000.

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