El miedo a Vox cala y pierde casi un tercio de sus escaños

Elecciones Generales 23-J

La formación de Santiago Abascal se desploma en sus feudos de Madrid, Castilla y León y Murcia aunque se mantiene como tercera fuerza

La agresiva reacción de Ignacio Garriga, de Vox, contra varias personas que desplegaron banderas independentistas y LGTBI en un mitin

Santiago Abascal comparece tras conocerse los resultados de las elecciones.
Santiago Abascal comparece tras conocerse los resultados de las elecciones. / Mariscal

Sevilla/La entrada de Vox en los gobierno autonómicos y municipales y el fantasma del miedo a buena parte de sus políticas, han lastrado el hasta ahora inmaculado tránsito de los de Abascal por cuantas elecciones se han presentado hasta ayer. La formación se deja casi tres puntos y el reparto en buena parte de las provincias en las que los últimos escaños a repartir engordaron su representación hace cuatro años.

De hecho, el poco menos del 12,4% de votos que consiguió en la noche de ayer, le colocan más cerca de lo logrado cuando entró por primera vez en su historia en el Congreso de los Diputados con 24 representantes en las primeras elecciones de 2019 (el 10,26%), que de los 52 representantes que hasta ahora marcan su techo electoral y que tienen más que complicado volver a reeditar, cuando llegaron a superar el 15,09%.

En el tránsito que comenzaron en la noche de ayer, se han dejado 19 de esos representantes y quedan por debajo del umbral de los 35, marcado por los dirigentes del partido en los días previos a la consulta y que suponen, sin ir más lejos, impedirles la posibilidad de plantear una moción de censura como las dos que presentaron contra Pedro Sánchez por no llegar al límite del 10% de diputados capacitados para hacerlo.

Para dar cuenta de su fracaso, sirvan los datos de Madrid, uno de sus feudos, donde Vox se dejó dos escaños y pasó a ser la cuarta fuerza al ser superado por Sumar. O en Murcia, donde se dejaron otro por el camino, u otro territorio en cuyo gobierno participan, la comunidad de Castilla y León, allí se quedan con apenas uno de los 6 escaños que disfrutaban, víctimas de la reacción del voto agrícola y su actuación respecto a la tuberculosis bovina.

El aguante del PSOE y su líder y la falta de contundencia en la victoria popular cusan que para el bloque de la alternativa el gobierno de coalición sea casi imposible. También, que su papel pierda la trascendencia que sus dirigentes pretendían lograr en las jornadas previas, cuando se las prometían como decisivos en la alternativa a Pedro Sánchez.

La convocatoria electoral les ha cogido en plena negociación de su entrada en los gobiernos autonómicos y sus exigencias con la eliminación de las consejerías de igualdad, su rechazo a la política medioambiental que, según su decálogo, debe estar supeditada al desarrollo económico, la negación del cambio climático y la existencia de la violencia de género han conseguido calar entre un electorado que, a la luz de los resultados electorales, ha dado la espalda a posiciones extremistas y ha apostado por la moderación. La “falta de movilización” esgrimida ayer por Abascal, les ha castigado de manera sonora y la autocrítica tras el mal resultado, se echó en falta.

El voto conservador se agrupa en torno a los populares y dan la espalda a las posiciones más radicales de la derecha defendida por Vox que fue uno de los grandes derrotados de la noche, al tropezar en feudos que daban como asegurados.

No obstante, su trascendencia en el tablero político sigue intacta. No en vano, consiguen tres millones de votos en unos comicios más polarizados que de costumbre y que se decantaron por un bipartidismo imperfecto como fórmula de representación.

En futuro de la formación es complicado de entrever, más aún en una como Vox, tan poco dada a comentar asuntos internos. Sin embargo, lo que no parece probable es la búsqueda de un recambio en su liderazgo, toda vez que la figura de Santiago Abascal sigue como el principal activo de un partido que queda debilitado para mantener las peticiones hechas en algunas de las autonomías en las que todavía tienen pendiente su posible incorporación a los ejecutivos.

Santiago Abascal en la sede electoral de Vox.
Santiago Abascal en la sede electoral de Vox. / Mariscal

Santiago Abascal culpa a Feijóo del “blanqueamiento” de Pedro Sánchez

El líder de Vox, Santiago Abascal, culpó directamente al PP del fracaso de la suma de derechas en las elecciones generales de este domingo por su “blanqueamiento” del Gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez con las ofertas al PSOE para que gobernase la lista más votada o la propuesta de pactos de Estado. En una comparecencia en la sede nacional de Vox en la calle Bambú de Madrid pasadas las doce de la noche, Abascal llegó acompañado de la plana mayor de su partido reconociendo la “mala noticia” del escrutinio electoral, que da a Sánchez la posibilidad de “bloquear” una investidura o incluso gobernar “con apoyo del comunismo, el golpismo separatista y los terroristas”. Abascal señaló a la euforia preelectoral del PP del resultado y la “desmovilización” de sus potenciales votantes, hablando de su futura composición del Gobierno o votando en contra de las mociones de censura presentadas por Vox esta legislatura. “Detrás de esto está claramente el blanqueamiento del Gobierno socialista”, denunció. “Estamos absolutamente preparados tanto para hacer oposición como para una repetición electoral”, concluyó el presidente de Vox.

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