El candidato juega en casa

Sánchez saluda a la consejera María Jesús Montero.
Carlos Rocha

13 de diciembre 2015 - 01:00

El ambiente era como el de un -pequeño- campo de fútbol. En las gradas, 3.000 simpatizantes entregados ondeaban banderas blancas y verdes. Sobre la puerta de salida de los vestuarios del polideportivo de Pino Montano, una pancarta deja claro que ayer Pedro Sánchez jugó en casa "Pino Montano es socialista", rezaba. Será difícil que el candidato se encuentre con un auditorio más fiel. En la debacle socialista de las generales de 2011, el distrito Macarena Norte -donde está situado el recinto- las papeletas del puño y la rosa fueron las elegidas por el 50,81% de los que fueron a votar. "Estás en la provincia donde vamos a ganar con más diferencia de España", le recordó la líder de los socialistas sevillanos a su jefe de filas. Y probablemente Verónica Pérez esté en lo cierto.

El polideportivo del barrio sevillano de Pino Montano no tiene ni de lejos el valor simbólico del velódromo de Dos Hermanas, pero el PSOE andaluz quiso dar ayer un impulso a la moral de del candidato a la Presidencia después de una semana de varapalos a dos bandas: las encuestas, poco o nada halagüeñas para el PSOE, y las críticas recibidas por Sánchez tras el debate a cuatro que se celebró el pasado lunes.

Además, no hubo ni rastro del fuego amigo que podría esperarse. La cacareada frialdad entre Díaz y Sánchez -que sí se ha visto en otras campañas de este interminable acto electoral- se desvaneció cuando la presidenta de la Junta salió del vestuario abrazada a su secretario general camino del estrado con la sintonía del PSOE a todo volumen.

Después de guardar un minuto de silencio por los dos policías españoles fallecidos en el atentado contra la Embajada en Afganistán, abrió el acto el -aparentemente- poco mitinero Juan Espadas, alcalde de Sevilla desde el pasado mayo. Y lo hizo con tanta energía que tiró al suelo uno de los micrófonos para después recordar que los sondeos tampoco apostaban por él. "Hasta el último día decían que no iba a ser alcalde y aquí estoy", sentenció Espadas, que dio paso a la secretaria general en Sevilla y posteriormente al número uno de la lista al Congreso de los Diputados y miembro de la Ejecutiva Federal, Antonio Pradas.

"Salgo con las pilas más cargadas", aseguró Sánchez en los últimos coletazos de un mitin marcado por el humor. Y es que el líder socialista tiró incluso de repertorio de chistes, con uno que aseguró que le había contado un gaditano esta misma campaña: "Se abre el telón y se ve a Mariano Rajoy, Pablo Iglesias y Albert Rivera. ¿Cómo se llama la película? Las amistades peligrosas". Todo un alarde muy aplaudido por el público, que interrumpió más de una vez al candidato socialista con consignas del estilo de "Los Palacios está contigo, Pedro". No se puede negar el éxito del nuevo líder socialista que tenía el inconveniente de jugar en casa de figuras tan icónicas como Felipe González y Alfonso Guerra, ausentes ayer.

Quien no faltó, a menos de diez días del sorteo, fue un vendedor de lotería de Navidad que hizo su agosto en diciembre. "Mira que si nos toca a todos y se va Rajoy", dijo Susana Díaz. Mucho tienen que cambiar las predicciones, pero si Sánchez y los suyos consiguen un escenario la mitad de favorable que el de ayer, tendrán parte del trabajo hecho.

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