El bipartidismo sufre en la Comunidad de Madrid

PP y PSOE se dejan casi 800.000 votos y pierden 10 escaños en beneficio de Podemos y C's, que escapan muy igualados

Pablo Iglesias, uno de los grandes ganadores ayer en Madrid, deposita su papeleta.
Pablo Iglesias, uno de los grandes ganadores ayer en Madrid, deposita su papeleta.
Raúl Estévez

21 de diciembre 2015 - 01:00

La comunidad de la capital del reino fue testigo de la disolución del régimen bipartidista. Entre PP y PSOE perdieron en torno a 800.000 votos a favor principalmente de Podemos y Ciudadanos. La tristeza fue por barrios de manera diferente ayer en Madrid. El PP tuvo el dudoso honor de perder unos 500.000 apoyos, pero al menos ganó. Sus 12 escaños (por los 19 de 2011) le dieron una cómoda victoria.

Con una participación ligeramente superior a las pasadas elecciones autonómicas, el PP logró un porcentaje prácticamente idéntico. Un tercio de los madrileños apoyan el Gobierno de Rajoy, al igual que apoyan a Cristina Cifuentes al frente de la Comunidad.

Peor escaparon los socialistas. Su pérdida de votos no fue tan escandalosa. En torno a 250.000, pero los 4 escaños extraviados dolieron especialmente porque suponen que tanto Podemos como Ciudadanos le adelantaran en una zona tan simbólica como Madrid. De hecho, Eduardo Madina, quien le disputó a Pedro Sánchez la jefatura del partido y, por tanto, ser candidato a la Presidencia, se quedó sin escaño.

Evidentemente, los grandes triunfadores de la noche madrileña fueron Podemos y Ciudadanos. Especialmente, la formación morada tuvo ayer motivos para estar satisfecha. Logró ocho escaños y se situó como segunda fuerza política en Madrid, con todo lo ello conlleva. La gestión al frente del ayuntamiento de la capital de su alcaldesa, Manuela Carmena, ha servido de gran soporte a los buenos resultados de Podemos, que obtuvo unos 200.000 votos más que en las pasadas elecciones autonómicas. No le ha pasado factura algunas polémicas un poco artificiales que han surgido alrededor de su Alcaldía. Con estas cifras puede estar tranquila.

También puede estar contento Albert Rivera, que a diferencia de lo que le ha sucedido en su tierra natal, Cataluña, consiguió unos buenos resultados y sumó más de 200.000 votos más en los últimos comicios autonómicos que le dieron 7 escaños que valen su peso en oro. También es destacable que IU logró en esta comunidad sus dos únicos escaños: para Alberto Garzón y Sol Sánchez. IU, al contrario que ocurrió en el resto de España, sólo perdió un escaño y mantuvo el tipo.

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