Sánchez compite con Rivera para evitar abstenerse ante Rajoy
El PP confía en que la presión social y económica obliguen a formar Gobierno este verano. Los populares asumen que su presidente tendrá que gobernar con una minoría precaria.
NI el líder de Ciudadanos ni el del PSOE desean apoyar a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, a pesar de que el candidato popular amplió su victoria el pasado domingo en 14 escaños. Albert Rivera y Pedro Sánchez prefieren, a su vez, que sea el otro quien se moje en la sesión de investidura. Aunque barones socialistas como Guillermo Fernández Vara y Susana Díaz han sugerido que su grupo se abstenga ante Rajoy, la dirección socialista quiere aguantar, forzar a que Rajoy "salga del sofá", en palabras del valenciano Ximo Puig; es decir, que consiga ser investido mediante un acuerdo con Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria. "Hay suficiente derecha para llegar a acuerdos", sentenció ayer Puig. En el hipotético caso de que el PP lograse los síes de los naranjas, del PNV y de Coalición Canaria, Rajoy necesitaría u otro voto afirmativo u otra abstención. Son 175 escaños, por lo que sólo faltaría un sufragio.
Una fuente socialista sugirió que también podría hablar con Convergencia, un socio habitual de los grandes partidos en el pasado, pero con el que los puentes saltaron por los aires a causa de la petición de independencia. El procesamiento de Artur Mas, iniciado ayer, descarta esta opción. También la de Nueva Canaria, cuyo único diputado concurre con el PSOE, aunque esté adscrito al Grupo Mixto. Su dirección descartó tanto la abstención como el voto afirmativo. Pero, además, Ciudadanos no está por la labor si es Rajoy quien presida el Gobierno. En caso de que el PP no lo sustituyese, los naranjas, como mucho, se abstendrían, pero incluso así preferirían que fuese el PSOE, ya que su voto blanco en solitario no es concluyente. Tres días después de la repetición de las elecciones, el Congreso reproduce el enroque, mientras Podemos vive en su ensimismamiento a causa de la decepción con las encuestas.
El PP ha asumido que Rajoy deberá gobernar en minoría, consideran que tanto PSOE como Ciudadanos están cometiendo un error al no querer negociar una gran coalición. Fuentes del PP explicaron que, no obstante, la intención del presidente es que podrá haber un Gobierno antes de septiembre; todo lo demás "sería nefasto para España", se explica. Uno de los hitos de la resolución del problema vuelve a estar en la reunión del comité federal del PSOE, esta vez el 9 de julio, donde los barones podrían dar la batalla para que el bloqueo institucional acabe pronto, de tal modo que las Cortes se constituyan el 19 de julio y se proceda lo antes posible a una investidura en una segunda votación. Pero esto recuerda mucho a la situación de diciembre: el PSOE tiene una tendencia casi patológica a enrocarse en sus propios problemas de liderazgo antes que los de la nación. Así ocurrió después del 20-D, cuando el objeto de la polémica fue para cuándo convocaban el congreso.
En Génova esperan que el clamor social y empresarial terminen por forzar a los partidos de la oposición a levantar la barrera del bloqueo.
Rajoy, Pedro Sánchez y Rivera, al menos, han hablado. Y han coincidido en Bruselas, aunque no se han visto. El líder de Ciudadanos telefoneó a los otros dos candidatos el martes por la noche para formar una mesa de negociación a tres, pero los otros lo rechazaron. Pedro Sánchez le explicó que debe ser Rajoy quien promueva esta negociación y el presidente en funciones le anunció que, a la vuelta de Bruselas, comenzará una ronda con todos los partidos. Desde Bruselas, el líder de los naranjas amplió el veto de Rajoy a los ministros Cristóbal Montoro y Jorge Fernández Díaz. Su opción es clara, si no hay nuevo Gobierno, no habrá ni coalición con Ciudadanos ni voto afirmativo. Por tanto, que se mueva Sánchez: "Si el PSOE -dijo Rivera- vota que no a Rajoy, no hay manera de evitar las terceras elecciones. Si el PSOE se abstiene, podemos evitar las terceras elecciones, y Ciudadanos será responsable. Esperamos que pueda haber renovación, pero si no la hay estaremos en la oposición y esperando que empiece la legislatura, negociando tema a tema, ley a ley". "Lo único que puede hacer que el Gobierno de Rajoy se ponga en marcha es una abstención del PSOE", mantuvo el líder de Ciudadanos.
Pedro Sánchez, que también se encontraba en Bruselas, donde el Parlamento y el Consejo abordó el Brexit, optó por no hacer ninguna declaración a los medios sobre sus preferencias. Sí Rajoy, que defendió su derecho a formar Gobierno. El presidente indicó: "A mí me gustaría un Gobierno con el mayor respaldo parlamentario posible porque hay decisiones importantes en los que España se juega mucho. Por ejemplo, la salida de Reino Unido de la UE. Quiero que haya un Gobierno, que ese Gobierno se constituya pronto porque llevamos siete meses en funciones y mucho tiempo sin presentar proyectos de ley en las cortes". El presidente sí replicó a Albert Rivera: "No voy a entrar en debates ni disputas. Las conversaciones sobre estas negociaciones se deben llevar sin presión y sin estar constantemente radiándolas en los medios de comunicación, con todos los respetos".
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