¿Puedo presentarme voluntario a una mesa electoral?

Las elecciones generales que se celebrarán el 23 de julio son quebradero de cabeza para muchas personas porque hay quienes estén de vacaciones en esos días. Las personas que estén disfrutando de unos días de asueto no querrán que les llegue la papeleta a primero de julio con la notificación de que han sido seleccionados para formar parte de una mesa electoral.

No obstante, hay quienes están encantados de formar parte del entramado que se forma alrededor de la jornada electoral y está deseando estar sentado en una mesa electoral, tanto es así que se plantean poder presentarse voluntarios para ello. Aunque esta podría ser una solución para que se ocupen estos huecos y se libere a gente que está deseosa de librarse del asunto, en España no está permitido presentarse como voluntario para formar parte de una mesa electoral, así lo establece el reglamento de la Junta Electoral Central.

En España el proceso de selección de las personas que están al frente de las mesas electorales se designan por sorteo y esto se hace para que haya imparcialidad y neutralidad entre los candidatos elegidos para ese día. Evitando así que pueda haber intereses encubiertos por personas que pertenezcan a algún partido político, si este fuera el modo de proceder se podrían dar situaciones fraudulentas a la hora de contabilizar los votos o de anularnos.

De manera, que la única manera de garantizar que la jornada electoral se desarrolle sin demasiados incidentes es elegir a los miembros de la mesa electoral de manera aleatoria. Esta manera de proceder lleva instaurada en España desde que comenzó la democracia y es una de las medidas con la que muchos ciudadanos están conforme.

Hay otros países, como Perú o Guatemala en los que las mesas electorales se conforman según los voluntarios que se presenten. Algo inconcebible en España, por las razones previamente explicadas. Al implicar a personas ajenas a los diferentes partidos políticos e ideología, se garantiza que el proceso electoral sea lo más neutral e imparcial, algo que no sucedería si los que formaran parte de la mesa tuvieran algún tipo de intención o pertenecieran a algún partido político.