Preparados para el 'tsunami' azul
Si los sondeos se confirman, el Partido Popular se apresta a ganar en territorios desconocidos · Los socialistas necesitarán pactar con partidos regionalistas.
El mapa autonómico puede teñirse de azul tras las elecciones del próximo, si se cumplen los peores augurios para los socialistas, que vaticinan una debacle del PSOE e, incluso, la posible pérdida de dos de sus feudos históricos, Extremadura y Castilla-La Mancha.
Pero ni en el PSOE ni en el PP se fían de los sondeos y, mientras los primeros dicen que no dan ningún territorio por perdido, los segundos apelan a la prudencia y advierten ante un exceso de confianza.
De todos modos, la principal batalla la librarán ambos partidos en Castilla-La Mancha, donde las dos grandes fuerzas políticas, lideradas por María Dolores de Cospedal (PP) y José María Barreda (PSOE), aseguran contar con sondeos propios que les conceden la mayoría absoluta. Una incógnita que se despejará en la noche del 22-M, al igual que la de Extremadura, donde parece algo menos probable que las urnas desalojen al partido que ha gobernado la comunidad desde el inicio de la democracia.
En el resto de las autonomías gobernadas ahora por los socialistas -Asturias, Aragón y Baleares- todas las posibilidades están abiertas. El partido Foro por Asturias, liderado por el ex ministro del PP Francisco Álvarez-Cascos, ha irrumpido en el panorama político del Principado y podría ser clave a la hora de futuras alianzas, al igual que Izquierda Unida.
Por su parte, el PAR podría seguir siendo la llave que permita abrir al PP de Luisa Fernanda Rudi o al PSOE de Eva Almunia la puerta de la presidencia regional de Aragón.
Ni siquiera en el PSOE dudan de que el PP ganará en Baleares, aunque los socialistas creen que no conseguirá la mayoría absoluta. Los posibles pactos postelectorales podrían depender de si la recién creada Liga Regionalista Balear de Jaume Font -ex dirigente del PP- consigue entrar en el Parlament.
Mientras, no se prevén variaciones sustanciales en La Rioja, Murcia y Castilla y León, donde el PP probablemente revalidará sin problemas su mayoría absoluta e, incluso, la ampliará. Tampoco se vislumbran cambios en Ceuta y Melilla. El partido que lidera Mariano Rajoy confía en conservar la Comunidad Valenciana y Madrid, pero el PSOE se resiste a que el caso Gürtel no le pase factura a ese partido en esas autonomías y se ve capaz de arañar algunos diputados, hasta el punto de hacer tambalear las mayorías absolutas de Francisco Camps y Esperanza Aguirre.
Habrá que ver si Tomás Gómez, tras el rendimiento que cosechó con la victoria sobre Trinidad Jiménez en las primarias del PSM, es capaz de recuperar el voto del llamado cinturón rojo de Madrid.
Tres comunidades -Canarias (CC), Cantabria (PRC) y Navarra (UPN)- no están presididas por los dos grandes partidos y se enfrentan a estos comicios con perspectivas diferentes.
Así, en el archipiélago ninguna fuerza política tiene asegurada una victoria que le permita gobernar en solitario, por lo que todas las posibilidades están abiertas, incluido el "pacto a la vasca" (PP-PSOE) que ha sido insinuado por algún dirigente popular.
Cantabria podría reeditar el pacto entre el PRC que lidera Miguel Ángel Revilla y el PSOE si no se cumplen los pronósticos de las encuestas que otorgan una mayoría absoluta para el PP.
En Navarra las urnas le darían la victoria por mayoría simple a UPN, que se tendría que afanar en la búsqueda de socios sin despreciar al PP, con quien ha mantenido acuerdos hasta la ruptura de su pacto de gobierno en 2008.
Así las cosas, el poder territorial del PSOE podría sufrir el mayor varapalo de la historia democrática, y si las peores profecías se cumplen, sólo conservaría el País Vasco y Andalucía, comunidades donde no se celebran elecciones.
Pero en el mapa autonómico no sólo pueden producirse cambios de color, sino también de sexo. Hoy por hoy, sólo una mujer aparece en la foto de familia de los presidentes autonómicos -la madrileña Esperanza Aguirre-, pero después del 22-M, y en el mejor de los casos, la presencia femenina puede multiplicarse por siete.
Los principales partidos presentan candidatas femeninas en siete comunidades autónomas: Madrid, Aragón, Asturias, Murcia, Cantabria, Navarra y Castilla-La Mancha.
Casi con toda probabilidad la comunidad aragonesa estará en manos de una mujer, porque la batalla se decidirá entre Eva Almunia (PSOE) y Luisa Fernanda Rudi (PP), salvo que pactos postelectorales decidan otra cosa.
Si se mantiene la tendencia de voto en Navarra, Yolanda Barcina, de UPN, dejará el bastón de mando municipal del Ayuntamiento pamplonés y pasará a ocupar el sillón presidencial.
Otra mujer que podría llegar a la cima autonómica es la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en Castilla-La Mancha, en tanto que en Murcia peleará la socialista Begoña García Retegui.
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