Pedro Sánchez revienta en Ana Rosa el bulo del chantaje de Marruecos
Pespuntes de campaña
"No soy perfecto, pero soy un político limpio", le dice el presidente del Gobierno a la presentadora al hablarle de la falsa relación de su esposa con una red marroquí de drogas
Pedro Sánchez a Ana Rosa, "no soy perfecto, pero soy limpio"
El sanchismo se define por su contrario: el antisanchismo. No hay una facción de seguidores de Pedro Sánchez dentro del PSOE como lo hubo de felipistas y de guerristas, no hay una ideología personal tampoco, hay un pragmatismo temerario para formar mayorías de Gobierno. Si se puede, se hace, el sumatorio va desde el PNV a Bildu. Temerario, pero eficaz. Pedro Sánchez ha asistido esta mañana de martes a El Programa de Ana Rosa, uno de los puntales del antisanchismoEl Programa de Ana Rosa, no tanto por su radicalidad, sino por el volumen de sus audiencias. Allí, el presidente del Gobierno ha negado uno de los peores bulos que se ha construido sobre él, el que sostiene que es preso de un chantaje de Marruecos, incluso que su esposa, Begoña Gómez, tiene relación con una red de narcotraficantes del país vecino.
La entrevista de Ana Rosa (AR) no ha sido fácil para Pedro Sánchez, casi hora y media de preguntas en la que el presidente ha estado a la defensiva. No es para menos, el programa de la presentadora se ha caracterizado por su oposición al Gobierno de coalición, y la parte podemita del Ejecutivo la ha atacado como si fuese la urdidora de una conspiración de todos los poderes ocultos del país contra Irene Montero y Pablo Iglesias. Sánchez no ha concedido ninguna entrevista a AR en sus cuatro años de Gobierno. Ése es el contexto que explica las vibraciones de la entrevista.
"Hoy no tienen nada contra mí. ¿Sabe por qué? Porque yo soy un político limpio. No soy perfecto, pero soy limpio. Soy una persona limpia", ha contestado Pedro Sánchez cuando ha tratado de explicar qué es el antisanchismo. En el mismo programa de AR, Alberto Núñez Feijóo había alentado el bulo de un chantaje de Marruecos. Vaya a saber -se preguntó el líder del PP- qué hay en el móvil de Sánchez. También lo aseguró en El Hormiguero.
Y Sánchez se ha rebelado contra todo esto, cuando Ana Rosa Quintana le preguntó por qué España ha cambiado de opinión sobre el Sáhara. Se han hecho en las tertulias todo tipo de insinuaciones, la más grave es que Marruecos podría tener información comprometedora sobre Sánchez obtenida por el programa de espionaje Pegasus, y en medios más oscuros en la red se ha sostenido que Begoña Gómez está implicada en una red de drogas marroquí. Lo ha contado el propio Sánchez, que ha relatado buena parte de los insultos que se le dedican: golpista, soberbio, prepotente y filoetarra. El día anterior, en el mismo AR, Feijóo se refirió a él como ese "personaje".
Una empresa privada de dudoso pasado, Desokupa, ha colgado una lona en una fechada de Madrid con la misma acusación marco, la supuesta relación de Pedro Sánchez con Marruecos. Y no sólo eso, se le acusa de ser un "okupa" de la Moncloa; esto es, de ser un presidente ilegítimo. Esa es la parte más radical del antisanchismo, aquella que deshumaniza al personaje para convertirlo en un mero objetivo de odio, la que también le llama Perro Sánchez.
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