La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
La mañana transcurrió con normalidad en el Parlamento andaluz, y eso en sí supone un titular de remontarse a los antecedentes, donde la confrontación partidista ha sido la tónica habitual desde el inicio de la legislatura el pasado abril. Los 80 días de investidura, las broncas por el bloqueo a las iniciativas de la oposición, la derogación por primera vez en la historia de una ley presentada por el PSOE y las denuncias de ilegalidad en el último Pleno celebrado hasta ayer, el de Presupuestos, tras un error de Ciudadanos que llevó a la anulación de parte del articulado, parecían pertenecer a otro escenario.
Pasada la campaña, los diputados se relajaron, e incluso desde la tribuna se lamentó la calma chicha. Por alusiones, respondió un orador, pero fue para felicitar a todos los partidos, porque en este juego siempre ganan todos. "Aprovecho para felicitar a los partidos ganadores, que son prácticamente todos", dijo José Antonio Funes, de Ciudadanos.
En este clima de cordialidad, deseos de recuperación para Antonio Maíllo, portavoz de Izquierda Unida, convaleciente desde el inicio de la campaña por un problema médico, y que agradeció su sustituto temporal, José Antonio Castro.
Y sorna con otros ausentes, como en las primeras horas el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, que convocó su comité ejecutivo en un hotel no excesivamente lejano y que se retrasó para las primeras votaciones. En el acta que aprobó el nombramiento del nuevo director del Consejo de Transparencia y Protección de datos, Manuel Medina, no figurará el voto de Moreno.
Al popular lo recordó en más de una ocasión la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en un acto con sus diputados, pero para preguntarse por qué Moreno estaba tan contento por su nueva derrota. Díaz, que volvió a lamentarse de los 80 días que se demoró su investidura, fue la única mártir del día. Hoy se cierra la sesión.
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