El PSOE recupera el feudo andaluz con un margen estrecho con el PP
Susana Díaz encadena su cuarta victoria consecutiva, pero ve frenadas sus aspiraciones nacionales.
El PSOE recupera la primera posición en Andalucía, que perdió por primera vez en 2011 a manos del PP, logrando ayer 1.399.604 votos y 22 escaños en el Congreso, una cifra que entraba dentro de los cálculos más modestos. El PP certifica el derrumbe, pierde 700.000 votos con respecto a los obtenidos hace cuatro años y con 1.292.106 votos obtiene 21 escaños, quedando a sólo uno de los socialistas.
Durante el tramo final del escrutinio bailó un diputado por Granada que reducía a uno o aumentaba a tres la distancia entre ambos partidos. Finalmente, el PP redujo el margen y contribuyó a que Mariano Rajoy sumase un diputado más para unas futuras coaliciones en las que los posibles frentes están muy ajustados.
Los resultados en Andalucía repiten la clasificación obtenida por ambos partidos en las pasadas elecciones autonómicas de marzo, lo que supone la resistencia del bipartidismo. Los socialistas apenas pierden unos 10.000 votos en estos meses y el PP logra unos 225.000 más.
No obstante, el PSOE regresa con estos resultados a la senda del triunfo. Con esta victoria, los socialistas han ganado en Andalucía 35 de 39 elecciones desde el inicio de la democracia y encadenan su cuarta victoria consecutiva (anteriormente europeas, autonómicas y municipales) desde que Susana Díaz asumiera en 2013 el control de la formación.
Las tendencias también son muy parecidas a las elecciones andaluzas: el PSOE gana, pero sin los alardes de antaño, mientras el PP se deja un puñado de votos con respecto a sus mejores resultados y vuelve a su segunda posición histórica.
También para los partidos nuevo se ha repetido el guión de las andaluzas. Podemos y Ciudadanos (C's) se estrenan con moderación y en idénticas posiciones a las obtenidas el pasado marzo, con diez y ocho diputados respectivamente.
Izquierda Unida vuelve a quedarse sin representación, como quinta fuerza más votada, y UPyD se convierte definitivamente en irrelevante. El Partido Andalucista no se presentó esta vez. La participación creció en 2,42 puntos, con una bajada de un punto en Jaén y de unas siete décimas en Huelva.
La victoria de los socialistas se cimentó en cinco provincias en las que fueron los más votados, especialmente en Sevilla.
El PP ganó en Málaga y Almería y en los últimos suspiros le arrebató Granada a los socialistas. De las seis provincias a nivel nacional en las que ganó el PSOE, cinco son andaluzas. La sexta fue Badajoz.
Andalucía fue la única comunidad autónoma en la que el PSOE fue la fuerza más votada en el territorio nacional. Esta victoria permite a la secretaria general de los socialistas andaluces, y presidenta de la Junta, Susana Díaz, mantener su vitola de invicta y reforzar su liderazgo interno.
Otra historia diferente será su hipotético asalto a la política nacional. A pesar de que a Susana volvieron a salirle bien los planes, los resultados a nivel nacional deja sus aspiraciones nacionales en la incertidumbre general. Pedro Sánchez puede tener su oportunidad de gobernar si Mariano Rajoy no logra convencer a otros partidos para su investidura a pesar de ser la fuerza más votada.
Pedro Sánchez consiguió mantener la distancia con Podemos, con quienes se podría coaligar para optar al Gobierno. Podemos ya facilitó el pasado mayo que los socialistas gobiernen en Extremadura y en Castilla-La Mancha pese a que el PP fue la lista más votada. En Andalucía las relaciones han sido bien distintas entre ambos partidos desde el inicio de la legislatura, por lo que a partir de ahora tendrán que cambiar las estrategias en la política andaluza.
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