"Hoy hay políticos jóvenes que lo habrían hecho muy bien en la España de 1900"

Teófila Martínez se quedó sin churros. Un error garrafal achacable en exclusiva a quien esto suscribe obligó a retrasar la entrevista varias horas. Y comer churros a la una de la tarde... como que no. Así que nada mejor que compensar la tardanza con un papelón de chicharrones... de La Cepa Gallega, para ser más exactos. Y la candidata del PP pega un brinco y toca las palmas –literalmente– cuando ve el papelón. Con los chicharrones, una lata de Coca-Cola y un paquete de picos, Teófila Martínez se prepara para hablar de la transcendencia de estas elecciones, de lo que se juega España y hasta de su futuro político.

–Seguro que hay personas que con toda la buena fe se preguntarán que por qué sigue usted en la brecha, que por qué no lo deja ya después de todo lo que ha pasado este año. ¿Qué les diría?

–Pues les diría que mi compromiso político no se limita a estar en un sitio sólo cuando se tienen responsabilidades de gobierno. Yo voy a seguir militando en mi partido y seguiré haciendo cosas por mi ciudad y por mi provincia allá donde esté. Y en la oposición, como me sucede ahora en la ciudad de Cádiz, también se puede aportar cosas desde la experiencia. Y como todo esto es voluntario, y como no me supone una carga, pues soy feliz.

–¿Se plantea estas elecciones como una oportunidad para arreglar un año complicado para usted tras perder la Alcaldía de Cádiz?

–Prefiero hablar de año intenso y no de un año complicado o difícil porque yo soy una persona fuerte. Y en cuanto a lo de la oportunidad, bueno, creo en todo caso que se trata de una oportunidad que se le abre a este país para decidir lo que vamos a ser en el futuro. Son unas elecciones transcendentales en las que todos los ciudadanos estamos ante grandes responsabilidades individuales y colectivas. Tenemos que plantear soluciones a los problemas de una sociedad muy cambiante, y eso es apasionante. Se va a demostrar si la sociedad española se deja llevar otra vez por esos cantos de sirena que nunca nos han llevado a ninguna parte en los últimos 200 años, o si realmente somos fuertes y sabemos lo que hay que hacer para no perderlo todo en el intento.

–Suena a mensaje de miedo...

–No, no, no es eso. El miedo nos atenazaría a la hora de aplicar cambios de futuro. Y una sociedad tiene que estar dispuesta a cambiar siempre. Es más bien una reflexión en la que pienso que debe predominar la responsabilidad a la hora de plantearnos el futuro como nación para que no nos vuelva a pasar lo que nos ha sucedido en los últimos siete años.

–¿Su prioridad cuando habla de los riesgos que corre este país es la recuperación económica?

–El riesgo es la suma de situaciones complicadas. Y una es esa, claro. Hace cuatro años habíamos tocado fondo y la mayoría de los españoles confió en nosotros para frenar esa caída vertiginosa. Y eso ha costado muchos sacrificios a todos los españoles, especialmente a los que peor lo siguen pasando aún. Y en estos momentos, en los que parece que la cosa va un poco mejor, es cuando tenemos que acertar con las decisiones. No podemos dejar que otros decidan por nosotros. No es momento para los frívolos, los demagogos o los que pretenden ofrecernos el cielo.

–¿Usted es partidaria de cambiar mucho, poco o nada la Constitución?

–Afortunadamente la ley impide que la Constitución se pueda retocar fácilmente. Hace falta un apoyo muy amplio en Las Cortes y luego, además, esos cambios deberían ser refrendados en referéndum. Muchos que piden cambios en la Constitución no se han leído muchos artículos de ella. Son los mismos que la han estado manoseando los últimos cuatro o cinco años posiblemente porque lo que buscan realmente es redactar otra Constitución. Y la actual nos ha dado muchos años de bienestar, respeto y crecimiento en todos los sentidos tras una dictadura de 40 años. España es el único país del mundo que en los últimos 200 años se ha cargado ocho constituciones, y eso nos ha llevado a quedar fuera de muchos avances. Tenemos que ser una sociedad valiente, respetuosa con los pensamientos de los demás y no volver a cometer errores del pasado.

–¿Y duda del PSOE a la hora de evitar que se crucen esas líneas rojas que ve el PP tan fundamentales para España?

–No, yo no dudo de un partido como el PSOE que ya ha podido comprobar que España es un proyecto común de todos los españoles y que los nacionalismos representan todo lo contrario a la convivencia que siempre hemos defendido el PP y el PSOE.

–¿Ha muerto ya el bipartidismo?

–Bueno, lo que está claro es que los que se limitan a decir todo lo malo que tiene el bipartidismo lo único que quieren es crear uno nuevo protagonizado por ellos. Buscan sustituir a los dos partidos que sostienen este país desde los inicios de la democracia. Y eso es muy antiguo. No engañan a nadie. No hay políticos viejos o políticos nuevos sino políticos buenos o malos. Y hoy hay políticos jóvenes que son viejos, porque lo hubieran hecho muy bien en la España de 1900. Y es que usan el mismo discurso, la misma melancolía y el mismo resentimiento de entonces. Coleta arriba o coleta abajo , sus mensajes son muy antiguos, porque están basados en la mentira, en la demagogia y en la utilización de las desgracias de muchas familias para captar votos.

–¿Tan convencida está de ese “tripartito de perdedores” contra Rajoy? Porque Ciudadanos ha respetado a la lista más votada en Andalucía y en Madrid.

–Sí, estoy convencida de ello porque Ciudadanos es un partido que propone cosas diferentes en cada sitio, que quiere pescar a todos los niveles y que sólo tiene un líder que pactará con quien sea con tal de llegar al poder. Y el señor Rivera dice que ningún partido cuente con él pero que tenemos que votarle todos porque es el más guapo, el más listo y el mejor. Oiga, ¿pero quién se cree que es?, ¿otro salvapatrias?, ¿otro pequeño Napoleón? Porque España ha llegado hasta aquí sin necesitar a ningún señor Rivera.

––Pase lo que pase el domingo, no la veo como concejal en Cádiz durante tres años y medio más.

–Yo me presenté voluntariamente a unas elecciones, adquirí un compromiso con los gaditanos de ser concejal cuatro años y que nadie dude de que trataré de cumplirlo, porque lo adquirí como gaditana y no como alcaldesa. Ahora bien, yo no he hecho planes en mi vida y no los voy a hacer ahora.

–¿Le decepcionó la sociedad gaditana en las municipales?

–No, no, no. Para nada. La sociedad es libre. Me otorgaron cinco mayorías absolutas que me han permitido, junto a los gaditanos, hacer cosas para que Cádiz jugara la liga de las ciudades de primera, y ahora no me la ha dado. Y no supuso ninguna sorpresa que no pudiéramos gobernar, porque hay partidos que tienen como único punto de su programa electoral en esta ciudad y en toda España impedir gobernar al PP. Y como soy muy demócrata, poco nostálgica y poco resentida, pues lo acepté y ahora intento aportar cosas desde la oposición. Pero eso no quita para que diga que el PSOE se ha retratado en esta ciudad. No ha sido capaz de ganar ni al PP ni a Teófila en 20 años y ahora, pese a tener los peores resultados de la democracia, ha visto la oportunidad de desalojarnos del gobiernos. Vale, pero el PSOE de Cádiz ha empezado un camino muy difícil que le va apartar del gobierno de esta ciudad de cara al futuro. Su postura no le va a reportar ningún respeto de los gaditanos.