La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La Sevilla fina en la caja de Sánchez-Dalp
ELECCIONES GENERALES
Cuando los colegios electorales cierren sus puertas a las ocho de la tarde, comenzará el momento más esperado de la jornada electoral de las generales 2019: el escrutinio. El recuento de votos es un minucioso trabajo cuya correcta ejecución depende de la precisión y la celeridad.
Después de un largo día de votaciones en los distintos colegios electorales, llega la hora del escrutinio, que dictaminará la fuerza política más votada por los ciudadanos en las urnas y del que se extraerá el reparto de escaños por provincias, para formar el nuevo Congreso de los diputados y el Senado.
Este es un proceso que sigue unos pasos marcados y esquematizados para velar por el buen funcionamiento del mismo.
Una vez cerradas las urnas, el presidente de la mesa extrae, uno a uno, los sobres de la urna correspondiente y lee en voz alta la denominación de la candidatura o nombre de los candidatos votados. Vocales, interventores y apoderados comprueban de primera mano la papeleta mostrada por el presidente.
Finalizado el recuento, las posibles dudas surgidas durante el mismo se resolverán por mayoría para que, posteriormente, el presidente anuncie en voz alta el resultado, especificando el número de electores censados, el de certificaciones censales aportadas, el número de papeletas nulas, el de votos en blanco y el de los votos obtenidos por cada candidatura.
Finalmente, la mesa hace públicos los resultados por medio de un acta de escrutinio, de la que deberá facilitar una copia a los representantes de cada candidatura que lo soliciten, interventores, apoderados, candidatos y al miembro de la Administración presente en el colegio electoral.
Llama la atención en este aspecto, dados los pasos y atención que requiere el proceso, la rapidez con la que se conocen los resultados de las elecciones.
Esto se debe al complejo y avanzado procedimiento de transmisión de la información, que hace que lleguen dichos resultados con celeridad para el conocimiento posterior de la ciudadanía.
El representante de la Administración, una vez que recibe la copia del acta, transmite los datos al Centro de Recogida de Información Provincial (CRI) y al Centro de Totalización de Datos. A medida que se van recibiendo los resultado, se van aplicando las fórmulas correspondientes.
En este apartado, hay que tener en cuenta tres observaciones importantes: obedecer al cumplimiento de las previsiones contenidas en el artículo 98.2 de la LOREG, correspondiente a que el Gobierno debe dar información provisional de los resultados de la elección; el escrutinio final y definitivo se realiza por las Juntas Electorales competentes y comienza tres días después de las elecciones; y, por último, los resultados oficiales son los que se publican en el Boletín Oficial del Estado.
Los datos del escrutinio los harán públicos la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en torno a las 23:00, cuando el recuento de votos arroje resultados significativos, que serán muy parecidos a los definitivos.
Cualquier ciudadano puede asistir al escrutinio de la mesa electoral, ya que se trata de un acto público. Sin embargo, las personas que decidan ser testigos del recuento no podrán interferir en el normal desarrollo del proceso, dado que carecen de voz y voto en el proceso.
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