La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
LOS españoles dieron ayer una importante victoria electoral al PP y a su líder, Mariano Rajoy. Aunque lejos todavía de la mayoría absoluta, los populares mejoraron considerablemente sus resultados del 20-D tanto en escaños como en votos y parece evidente que es el partido que debe gobernar el país. Para ello, en los días venideros, el líder popular tiene que iniciar las conversaciones pertinentes con el fin de lograr los apoyos parlamentarios necesarios para lograr su investidura. Después de seis meses de provisionalidad, los ciudadanos exigen que nuestro país tenga un Gobierno estable con el que poder encarar los muchos desafíos pendientes: el alto desempleo, la consolidación de la recuperación económica, el órdago independentista catalán, el problema de la inmigración, la amenaza terrorista, los difíciles momentos de la Unión Europea, etcétera. Ya no puede haber más excusas: España debe contar con un Gobierno urgentemente y éste debe estar liderado por el partido que ha ganado las elecciones.
En esta tarea de dotar a España de un Gobierno estable tendrán un papel importante dos formaciones: el PSOE y Ciudadanos. Los socialistas, aunque han perdido cinco escaños y han sufrido derrotas en feudos importantes como Andalucía, han conseguido evitar el sorpasso de Podemos anunciado por las encuestas, lo cual hubiese sumido al PSOE -y a toda la política nacional- en una crisis sin precedentes. Pedro Sánchez debe aprender de los errores del pasado y, esta vez, facilitar, de la forma que su partido estime oportuna, la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Evidentemente, cualquier tentación de intentar un Gobierno de izquierdas no sólo sería una traición al mandato de los ciudadanos, sino también una torpeza política que terminaría pagando.
Ciudadanos, que ha perdido casi 400.000 votos, también debe apoyar decididamente la investidura de Rajoy. Ha quedado claro que su pacto para la fracasada investidura de Pedro Sánchez fue un completo error y Albert Rivera debe sacar conclusiones al respecto.
Finalmente, las elecciones han confirmado que los ciudadanos no se han dejado convencer por los cantos de sirena de una formación populista e ideológicamente oportunista como es Podemos, que no ha sumado apoyos tras su pacto con los comunistas de Izquierda Unida y no ha logrado su ansiado sorpasso al PSOE. Pese a la dificultad del momento, España ha decidido no coger falsos atajos, lo que habla de la madurez de nuestra sociedad.
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