Día 1 de la era Zoido
El popular ejerce de alcalde y retoma por la mañana su visita a los barrios obreros que le han dado el triunfo · Por la tarde reclamó en Madrid elecciones anticipadas.
Sevilla/El día después amaneció muy temprano para el alcalde electo. El popular Juan Ignacio Zoido abrió antes de las nueve de la mañana su agenda de compromisos con una intervención en la radio y, a continuación, retomó su gira por los barrios. Lo prometido es deuda y los primeros en recibir las gracias fueron los vecinos de Su Eminencia, un feudo socialista donde el PP ha logrado imponerse con la ayuda, entre otros de Juan Gallardo, el dueño del Minimarket que protagoniza el spot electoral de Zoido y que ayer no daba crédito a tan inesperada visita. Sin cámaras ni convocatorias de cara a la galería. El primer sorprendido por la actitud del recién elegido alcalde fue el taxista que lo recogió en su casa de Nervión para llevarle a Su Eminencia: "Por favor, llame a mi mujer y dígale que es usted". Pero saltó el buzón de voz. Primera anécdotas de un mandato que, de entrada, parte con uno de los alcaldes con mayor índice de notoriedad de los últimos tiempos. Ya hay quien dice -y quien teme- que no habrá fuerza que lo apee de la Alcaldía.
La agenda de ayer sirvió para escenificar que, al margen de los compromisos, Zoido ya está tomando decisiones. El popular demostró ayer que tiene prisa por lograr que Sevilla funcione porque, al margen de ser el eslogan que ha repetido a lo largo de toda la carrera hacia la Alcaldía, es su prioridad. Y acto seguido limpió la puerta del Ayuntamiento de protestas, al desmantelar el campamento que mantenía desde hace dos meses un grupo de ex trabajadores de Tussam. Un colectivo de eventuales que buscó apoyos a la sombra del socialista Juan Espadas y que ayer agradeció la mano tendida de Zoido. "Váyanse a casa con sus mujeres e hijos, esto se va a solucionar". Palabra de alcalde, electo. Y, fiel a su credo, le sobró tiempo para acudir a la Basílica de la Macarena para dar las gracias a la Virgen por su triunfo: una acción de gracias al pie del altar, una salve y al camarín a hacer u ofrecimiento a la Virgen. También tenía la intención de ir a la Catedral, a la capilla de la Virgen de los Reyes, pero tuvo que aplazar la visita para coger el AVE a Madrid.
Sacando pecho, en la capital fue uno de los protagonistas de la jornada en la junta nacional del PP, donde Zoido calificó de "egoísmo político" que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no convocara elecciones anticipadas ante los resultados electorales del domingo. "Sevilla desde ayer tiene un color especial", apuntó el popular a los periodistas en la sede de Génova. Un tópico que dibujó sonrisas.
Risas y caras largas. El PSOE guardó la compostura ayer en su primera comparecencia para explicar la debacle. Y delegó en José Antonio Viera, el secretario general de los socialista sevillanos, que asumió la responsabilidad, o parte, porque el partido sigue buscando un culpable en la crisis mundial.
Pero la crisis que ha prestado los votos de los barrios obreros a Zoido es doméstica . Es la crisis de quien no llega a final de mes y sigue sin recuperar los 1.000 euros que entregó a la empresa contratada por el Ayuntamiento a cuenta de una plaza de aparcamiento que sigue sin construirse tres años después. La bofetada al PSOE en el distrito San Pablo-Santa Justa, donde se habían proyectado tres de esos parkings, no es casual, por poner un ejemplo.
Espadas pecó de soberbia el domingo y ayer se tomó dos días para reflexionar y atender sus obligaciones como senador. 48 horas para encajar la derrota que ha hecho enfermar, literalmente, a más de uno de los miembros de su candidatura. Ahora quedará por ver si algunos de los independientes que se comprometieron con Espadas hace unos meses se mantendrán cuatro años en la oposición o volverán a sus ocupaciones. Y hay tres casos en los primeros cinco puestos de la lista. Es probable que la composición del Pleno varíe en pocos días.
IU, por su parte, afrontó con poesía su retroceso en las urnas. Muy propio de Antonio Rodrigo Torrijos que, junto con Pepa Medrano, seguirá luchando contra las desigualdades un mandato más. ¿Quién cuidará de los kilómetros de carriles bici, del parque de viviendas sociales y el futuro del bonobús solidario? Desde la izquierda se espera con inquietud conocer las primeras medidas que adoptará el gobierno de Zoido. Éste las resumió ayer de manera muy escueta: reducir los altos cargos y las delegaciones municipales, lo que supondrá de entrada un considerable ahorro a las arcas municipales, y alcanzar la transparencia total en la gestión.
No aclaró mucho el alcalde electo. Hoy continuará hoy con su lista de compromisos, pronto realidades, apuntan desde su equipo. El domingo ya tiene en agenda dos bodas antes del acto de reconocimiento público para los interventores que han participado en la campaña electoral. Torrijos se volcó en Cerro-Amate, que ha sido claramente uno de los epicentros de la campaña. Y Espadas confió la movilización en sus barrios en más de 4.000 militantes -según ellos-, pero la red de agentes de Zoido ya estaba actuando. La ventaja era clara antes del pistoletazo de salida de la carrera a la Alcaldía.
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